- Investigación científica: ¿cuál es el impacto de la genética en la alimentación de los niños?
- Alimentación quisquillosa: ¿cuáles fueron los hallazgos de la investigación con gemelos?
- ¿Qué revela el estudio sobre la estabilidad de los hábitos alimenticios?
- ¿Cómo pueden los padres influir en los hábitos alimenticios de sus hijos?
La relación entre la alimentación de los niños y su predisposición genética ha sido objeto de estudio en una reciente investigación científica. Los hallazgos sugieren que, si un hijo muestra resistencia a consumir verduras, podría no ser únicamente una cuestión de crianza o preferencias personales, sino que la genética podría desempeñar un papel crucial en estos hábitos alimenticios.
De acuerdo al portal Infobae, comprender este aspecto puede ayudar a los padres a afrontar con mayor claridad las dificultades que enfrentan en la alimentación de sus hijos, aliviando así las culpas y responsabilidades que a menudo recaen sobre ellos.
Investigación científica: ¿cuál es el impacto de la genética en la alimentación de los niños?
Los hábitos alimenticios de los niños pueden tener una fuerte influencia genética, según un estudio reciente sobre alimentación quisquillosa realizado por investigadores de la Universidad College London (UCL).
Publicado en el Journal of Child Psychology & Psychiatry, el estudio se centra en gemelos y sugiere que la irritabilidad alimentaria es un rasgo que se mantiene estable desde la niñez hasta la adolescencia.
Este tipo de comportamiento, que incluye la renuencia a probar nuevos alimentos y la preferencia por ciertos sabores y texturas, es mayormente innato, lo que implica que los padres no son los únicos responsables de esta situación.
- La investigación analizó a 2.400 pares de gemelos hasta los 13 años.
- Los padres completaron cuestionarios sobre las conductas alimentarias de sus hijos.
- Se definió la alimentación quisquillosa como la tendencia a consumir una variedad limitada de alimentos.
Alimentación quisquillosa: ¿cuáles fueron los hallazgos de la investigación con gemelos?
Los investigadores compararon a los gemelos fraternos e idénticos para determinar el impacto de la genética.
Los hallazgos mostraron que los gemelos fraternos, que comparten el 50% de sus genes, presentaban menos similitudes en sus patrones alimenticios que los gemelos idénticos, que comparten el 100% de sus genes. Esto sugiere una fuerte influencia genética en la alimentación quisquillosa.
Además, se observó que a medida que los niños crecen, los patrones de alimentación entre los gemelos idénticos tienden a diferenciarse más, indicando que los factores ambientales comienzan a desempeñar un papel en la formación de sus hábitos alimenticios.
¿Qué revela el estudio sobre la estabilidad de los hábitos alimenticios?
Los resultados indican que los niveles de irritabilidad alimentaria son relativamente constantes entre los 16 meses y los 13 años, alcanzando su punto máximo alrededor de los 7 años.
Los investigadores encontraron que las diferencias genéticas representan hasta el 60% de la variación en la irritabilidad alimentaria a los 16 meses, aumentando a más del 74% a medida que los niños crecen.
¿Cómo pueden los padres influir en los hábitos alimenticios de sus hijos?
Aunque la genética es el principal determinante de la irritabilidad alimentaria, la investigadora senior Clare Lewellyn menciona que el entorno también tiene un papel crucial.
La interacción familiar, como compartir las comidas, puede ser significativa durante la niñez, pero a medida que los niños llegan a la adolescencia, las influencias de amigos y compañeros pueden hacerse más relevantes.
Lewellyn recomienda que las intervenciones para fomentar una dieta más variada en los niños, como ofrecer repetidamente los mismos alimentos y una diversidad de frutas y verduras, son más efectivas en los primeros años de vida.
