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El Bajo de San Isidro tiene una nueva propuesta gastronómica en uno de los lugares más emblemáticos del barrio icónico e histórico de la zona norte de la provincia de Buenos Aires.
Hace pocos días abrió el restaurante La Estación, cuyo nombre hace relación directa a su ubicación, ya que está situado en la antigua estación San Isidro R del ferrocarril del Tren de la Costa. Es un espacio que combina gastronomía, historia, modernidad e innovación.
La Estación no es solo un lugar para disfrutar de una gastronomía de autor, sino que también es un espacio donde convive el pasado y el presente. El local fue testigo de la llegada de Lady Di en su visita a la Argentina en noviembre de 1995 conmemorándose, este mes, 25 años de dicho suceso.
A su vez, el predio supo ser, durante la década del 90, el epicentro comercial del Bajo de San Isidro contando con una diversidad de propuestas como cines, discotecas, paseo de compras y restaurantes.
A partir del 2013, sus locales fueron quedando en el abandono. Pero hoy una nueva historia comienza con la recuperación del sector y la transformación del predio con propuestas innovadoras.
Situado en la manzana comprendida por las calles Primera Junta, Pedro de Mendoza, del Barco Centenera y Juan Bautista de la Salle, el restaurante La Estación promete revivir la historia del barrio y su esencia.
La Estación, dos espacios para disfrutar y comer rico todo el día en el Bajo de San Isidro
El Restaurante se encuentra dentro de una antigua estación de ferrocarril con una arquitectura inglesa con estructura muraria y techos de madera, grandes ventanales restaurados que llenan de luz el espacio interior y una decoración austera.
Ofrece dos espacios para disfrutar de su gastronomía. Un amplio salón interior con mesas grupales e individuales: mobiliario de mesas de mármol y sillones en tonos neutros generando un contraste con sus paredes claras para brindar un ambiente de modernidad y confort. A su vez, se encuentra una larga barra con banquetas altas junto con una fotografía de la Basílica de San Isidro, símbolo del barrio.
En su zona sector exterior, dos semicubiertos debajo de galerías de estructura de madera y chapas metálicas, ideal para disfrutar de un buen almuerzo de fin de semana al aire libre en cómodos sillones, con mesas ratonas de mármol, vegetación y las vistas al Tren de la Costa.
La propuesta gastronómica de La Estación
La carta de La Estación ofrece opciones para todo horario del día. Gastronomía de autor con platos elaborados como también ofertas de cafetería y pastelería artesanal ideal para la hora del té o brunch.
Al mediodía, la propuesta se abre a platos frescos y abundantes como tartas caseras, ensaladas completas y sándwiches con papas rústicas.
Entre sus platos de mediodía se destacan su lasaña rellena de ricota, jamón muzzarella, acelga, salsa pomodoro y queso parmesano ($14.500). Para los días de calor, sus ensaladas son una opción fresca y abundante. Su recomendado es la ensalada de jamón crudo con rúcula, peras grilladas, parmesano y almendras tostadas con aderezo dulce ($13.500).
También hay propuestas más clásicas como su milanesa de ternera con papas rústicas ($16.500) o sus hamburguesas, especialmente la Burger La Estación, acompañada de rúcula, queso provolone, cebolla caramelizada, morrones asados y pepinos encurtidos acompañado con papas rústicas ($16.000).
A la noche, su carta es más sofisticada, con entradas como la provoleta La Estación con alioli de rúcula y chutney de tomate ($14.000); su cazuela de gambas al ajillo salteadas con ají molido ($13.500) o sus imperdibles empanadas fritas de carne con jugo de limón (2 unidades, $7.000)
Entre los platos principales, sus pastas son una excelente opción -bien abundantes y a buen precio- como sus ravioles de ternera y hongos con salsa a elección de pomodoro, crema, pesto ($20.000) o bien su risotto de langostinos al azafrán ($25.600). Otro recomendado de la casa es el filet de merluza al roquefort con puré duquesa ($27.500).
Su carta de postres, acotada, incluye imperdibles como el brownie tibio con helado de crema americana y lluvia de chocolate ($11.500).
Para aquellos que buscan disfrutar de una tarde comiendo bien rico a la hora del té, el restaurante La Estación ofrece una variedad de propuestas con buenos precios como su avocado toast con huevo a la plancha, tomates cherry y sésamo tostado ($9.800), aunque también hay opciones de rolls de canela ($3.800) , croissant rellenos de Nutella ($4.500) y su yogurt con frutas de estación, granola y dip de miel ($7.500) acompañando la propuesta con un rico café de especialidad.
La historia del Tren de la Costa y el nuevo restaurante La Estación
El restaurante se sitúa dentro de lo que alguna vez fue la estación San Isidro del Tren de la Costa el cual fue inaugurado en 1895 bajo el nombre de Tren del Bajo.
Pero el 29 de octubre de 1961, el presidente Arturo Frondizi la clausuró porque consideró antieconómico este antiguo ramal y eligió hacer la reestructuración del servicio electrificado Retiro-Tigre.
Recién, el 11 de noviembre de 1993, el Estado adjudicó su concesión y su explotación a Nuevo Tren de La Costa S.A., una de las empresas de Sociedad Comercial del Plata, perteneciente al grupo y familia Soldati.
El proyecto fue armar un paseo turístico con un trayecto de 15,5 kilómetros del ramal, con 11 estaciones uniendo los partidos de Vicente Lopez, San Isidro, San Fernando y Tigre.
Con una tarifa de $360 abonando con tarjeta SUBE, sus estaciones cabeceras son la estación Maipú del partido de Vicente Lopez y la estación Delta en Tigre.
Lady Di en San Isidro
El 23 de noviembre de 1995, Lady Di, la princesa de Gales, visitó la Argentina envuelta en el episodio de su separación con el príncipe Carlos. Cientos de periodistas siguieron sus pasos por Buenos Aires
Al segundo día de su visita en el país, almorzó en la Quinta de Olivos con el entonces presidente Carlos Menem y luego, se dirigió hacia la estación San Isidro del Tren de la Costa para realizar un paseo y visitar el Hospital Municipal. Allí fue recibida por el intendente Melchor Posse y viajó acompañada del empresario y propietario de la compañía del Tren de la costa, Santiago Soldati.
La Estación fue testigo de aquel episodio recordado por los vecinos del barrio.
El Cronista conversó con uno de sus creadores, Felipe Bourel, de 47 años, empresario gastronómico con larga trayectoria quien se mostró muy entusiasmado por este nuevo proyecto gastronómico.
-¿Cuál fue la idea principal de la recuperación de este edificio y establecer un nuevo restaurante en el barrio?
La idea surgió de una combinación de nostalgia y oportunidad. Este lugar fue un importante punto de encuentro en los años 90, un sitio lleno de recuerdos para muchos. Al ver la posibilidad de restaurar un espacio tan emblemático, supimos que era necesario devolverle su vitalidad. La estación había estado inactiva durante años y nos pareció que merecía volver a ser el centro social de la zona. No se trata solo de inaugurar un restaurante: es revivir un fragmento de la historia de San Isidro.
-El predio de la Estación San Isidro funcionó, durante muchos años, un paseo de compras. Luego de su cierre definitivo en 2013, estuvo abandonado durante muchos años. ¿Crees que esta nueva apertura sea el comienzo de nuevas inversiones para el predio y recuperación del lugar?
Esperemos que sí. Nosotros creemos mucho en este predio, en su historia y en el potencial que tiene. La Estación volvió a abrir y eso ya genera movimiento, ganas y curiosidad. Cuando un lugar que estuvo tantos años parado vuelve a cobrar vida, naturalmente empieza a atraer interés y nuevas ideas.
Si nuestra apertura ayuda a que el predio se reactive y vuelvan más propuestas, mejor todavía. San Isidro se merece que este espacio tenga vida de nuevo. Nosotros vinimos a aportar lo nuestro y a hacer camino. Después, lo demás va llegando solo.
-¿Cuál crees que es el principal atractivo que tiene La Estación?
El principal atractivo de La Estación es la mezcla entre historia y actualidad. Estamos en un predio que marcó a toda una generación en los 90, y al mismo tiempo logramos darle una identidad totalmente nueva: un espacio cálido, luminoso, donde se come bien y se pasa un buen momento.
Además, La Estación tiene algo clave: podés venir en cualquier momento del día. Desde un buen desayuno, pasando por un almuerzo relajado, una merienda distinta o una cena bien hecha para cerrar el día. Nuestra carta está pensada para eso, para que siempre encuentres una opción rica, sin importar la hora.
Esa combinación de la historia del lugar y una propuesta gastronómica sólida para todo el día es lo que hace que la gente quiera volver. Recuperamos un espacio icónico, pero con la idea clara de que lo más importante es que la gente venga a comer y disfrute cada visita.
Abierto todos los días de 8 de la mañana a 2 de la madrugada se encuentra ubicado en Juan Bautista de la Salle 653, San Isidro.
En Instagram @laestacion.sanisidro
