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Narda Lepes: "No podés condicionar a tu hijo a que coma la dieta de tu pediatra"

Cronista.com charló con la chef argentina por su nuevo libro "Ñam Ñam", un manual que reúne investigaciones, experiencias, recetas y consejos para criar "pequeños omnívoros". 

“Si tu pediatra come carne con papas y el único vegetal que toca es un tomate y espinaca de vez en cuando, estás en problemas. Es muy básico lo que te dicen, salvo que te toque un pediatra sibarita, ahí puede que la pases mejor, pero sino son muy cuadrados , explica Narda Lepes una de las motivaciones para escribir “Ñam Ñam, Manual para alimentar a un pequeño omnívoro", su nuevo libro.     

La chef y animadora de televisión cuenta otra de las motivaciones para escribir el libro: “El nacimiento de Leia, mi hija . En ese momento, recuerda, se replanteó temas como las vacunas y la alimentación.

“Me decía...ay..las vacunas...no sé. Terminé dándole todas. Y con la comida fue parecido. Investigué un poco y me di cuenta que lo que conseguía eran recetitas, es lo último que necesito en este mundo , bromea. 

 

 

“Muchas veces los mismos médicos no me daban la respuesta que me sirva. En el caso de las alergias, eso es mucho más simple de entender, okey, no les des tal cosa porque puede ser alérgico hasta tal momento. Pero después me dicen ‘tenés que darle zapallo’, ¿Pero tiene algún sentido? ¿O es depende el señor que te toca en suerte de pediatra? , dice Lepes.

“Hay tantos alimentos...no podés condicionar a tu hijo a que coma la dieta de tu pediatra , afirma Narda Lepes.

La autora de “Comer y pasarla bien cuenta que para “Ñam Ñam trabajó junto a una periodista de investigación para recabar información de los centros pediátricos y las recomendaciones alimenticias que daban distintos lugares como Japón, Noruega, Portugal, Francia y el estado norteamericano de California. E identificaron las cuestiones que eran fisiológicas de las culturales, cuáles eran aplicables aquí y las que no. 

“En Argentina la gente no está acostumbrada a comer pescado, no le puedo decir a alguien ‘dale pescado desde los seis meses’ como le dan en Noruega, Portugal o Japón. Culturalmente no estamos preparados para eso, porque una mamá o un papá no está entrenado para saber si un pescado está dudoso cuando va a comprar , explica. 

 

 

El “Manual también toca el tema de las neurociencias: cómo funciona el gusto, el paladar, las reacciones, qué es lo que viene incorporado y con qué nacemos condicionados.

“Hay pocas cosas que viene seteadas. Puede ser que a tu hijo le cueste comer brócoli, las crucíferas. En el mundo nos dividimos en dos, los que sienten un nivel de un amargo y los que no. Yo soy de los que los sienten, amo el brócoli y me encanta, pero tuve que aprender a que me guste. Otro parte del mundo no lo siente, y es mitad y mitad, es suerte. Eso es lo único génetico que hay condicionado , dice Lepes y agrega: “Lo otro que existe es de supervivencia, vos dejás un niño en una casa y puede llevarse a la boca cualquier cosa, menos las plantas. No va a gatear y se va a comer el helecho, quizás se come la pared, la correa del perro, cosas inmundas, pero una planta no. Y eso es lo que uno tiene que enseñarles con el ejemplo .        

En las páginas de "Ñam Ñam" hay recetas, experiencias, tips para los padres y según dice la autora “mucho sentido común para esos momentos de ansiedad que atacan a los padres. Y aclara que si bien la alimentación inicial es importante, al principio no hay nada como la teta.

“Cuanto más le des es mejor. Hay momentos que duele. Yo no podía creer el dolor, estaba como loca, pasada, no dormía bien, pero son un par de días. Hay un tabú con el dolor, es difícil decir ‘me duelen las tetas’, pero hay que hablarlo con alguien, hay soluciones. Porque la teta es todo. Primero viene la teta y después si, ñam ñam , concluye Narda Lepes.

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