“Betsson es una marca que buscamos que sea sinónimo de entretenimiento, sinónimo de diversión”. Florencia Bruch, Marketing Manager de la empresa para Argentina, define en esos términos la meta que persigue en el país la compañía nacida hace 60 años en Suecia. Pero eso no es todo: también deja en claro que la pasión es otra de las características que impulsan a Betsson en la industria del entretenimiento digital.
La plataforma opera en un campo relativamente nuevo en la Argentina y que, según define Bruch, “está creciendo muchísimo, pero no deja ser de una novedad”. Esto obliga a Betsson a “comunicar con mucha claridad y explicarle al usuario cómo puede utilizar la plataforma para que se pueda divertir”.
La aspiración de convertirse en un espacio para la diversión va en la misma dirección que la necesidad de atender un aspecto decisivo: el juego responsable. “No podemos olvidarnos de eso porque es superimportante para nosotros y es algo que siempre impulsamos y empujamos”, aclara. Al respecto, explica que “la primera premisa de la empresa es que toda la comunicación y todo el marketing estén orientados para mayores de edad”. Y, para que no queden dudas, advierte: “Eso es innegociable. No pisamos zonas grises. Siempre es para mayores de edad”.
Una de las iniciativas más contundentes para alentar el juego responsable se dio mediante una campaña protagonizada por jugadores de Boca. “Fue muy masiva. Para nosotros es distinto si una marca te habla del juego responsable a que un ídolo tuyo hable del juego responsable. La recepción se da de otra manera porque se siente como un consejo más cercano de alguien que realmente importa”, relata.
Bruch puntualiza una cuestión muy importante: “Hay un montón de herramientas que tiene la plataforma, desde límite de depósito y de tiempo, establecimiento y autoexclusión, que son para cuidar a los usuarios y para que la usen para divertirse y se sientan cómodos jugando y divirtiéndose. Eso implica que la comunicación no solo tenga como objetivo alimentar el negocio, sino, además, cuidar a los clientes”.
En cuanto a la función específica del marketing de la empresa, cuenta que toda gira en torno del claim “Betsson marca la diferencia” y que esa declaración de principios solo es posible a través de “la cercanía con el usuario” y de “estar en el lugar justo, en el momento justo y con un mensaje relevante y cercano”.
Si bien es posible suponer que Betsson se hace fuerte en el fútbol y en las apuestas deportivas, su campo de acción es mucho más extenso. “Al contrario de lo que quizás se pueda pensar a priori, nuestro mercado es más popular en términos de casino que de apuestas deportivas”, precisa. De hecho, como marca global, también se mueve en el básquet y en el gaming. “Nosotros somos una marca de entretenimiento y es lo que tratamos de impulsar”, repite.
De todos modos, la presencia de la plataforma en las canchas argentinas se hace sentir. Nace a partir del patrocinio de Boca y Racing, dos de los equipos más populares del país. “Nosotros queremos ser el hincha número uno de Boca y el hincha número uno de Racing”, postula y agrega: “Somos hinchas y los assets típicos que podés tener como sponsor siempre los entregamos a los hinchas. Siempre estamos haciendo sorteos y los hacemos vivir experiencias que de otra manera no podrían vivir”.
Esa idea llevó a que Betsson acuñara una palabra muy particular para definir su relación con Boca y Racing: “fansorship”. Sí, son fans y no se limitan al simple rótulo de sponsor. “Siempre decimos que con Boca y con Racing nos une la pasión”, señala.
