El 15 de mayo de este año, Bettina Bulgheroni asumió la presidencia del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp) en la Argentina, tras haber sido designada por unanimidad. Se trata de la institución que agrupa a las principales cámaras empresariales de la Argentina y actúa como puente entre el sector privado y los responsables de políticas públicas.
De esta manera, la empresaria se consagra como la primera mujer en liderar la institución desde su fundación, en 1941. Presidieron el Cicyp figuras como Daniel Funes de Rioja, Marcos Pereda, Adrián Werthein, Eduardo Eurnekian, entre otras personalidades del mundo empresario argentino.
Bulgheroni es, además, presidenta de Fundación Educando, presidenta y accionista de FM Milenium, presidenta de Samconsult – un holding de más de 100 empresas-, y fue distinguida como Embajadora de la Marca País Argentina, un rol de promoción del país en el exterior.
¿Cuál es el trabajo que le toca abordar ahora como líder de la institución?
El Cicyp siempre ha sido un ámbito de encuentro entre el sector público y privado. El objetivo es seguir fortaleciendo el diálogo institucional, aportar ideas y experiencias que contribuyan a una Argentina más competitiva, más integrada al mundo y más previsible para invertir, producir y generar empleo.
¿Cuáles son los desafíos de eso?
Principalmente sostener una agenda que combine estabilidad con desarrollo. El país está atravesando un proceso de ordenamiento macroeconómico que era necesario. Acompañar ese proceso requiere responsabilidad, compromiso, visión y cooperación entre todos los actores. El desafío no es solo económico, también es cultural: implica reconstruir confianza, previsibilidad y una mirada de largo plazo.
¿Cuál es su diagnóstico sobre el papel que juega hoy el empresariado argentino? ¿Sobre qué falta trabajar?
El empresariado argentino tiene un papel central: el de ser motor de inversión, innovación y generador de empleo. Pero también el de ser parte de una transformación más amplia. Debemos seguir haciendo lo que mejor sabemos hacer: producir y ser cada día más eficientes.
Asume la presidencia en un momento de crisis económica y de mayor desconfianza hacia las instituciones. ¿Qué representa hoy el Cicyp?
No lo pondría en esos términos. Este es un momento de ordenamiento, estamos atravesando una etapa de reacomodamiento necesaria. Consolidando la disciplina fiscal, acompañada por la batalla contra la inflación y una agenda de reformas laboral y tributaria, tendremos bases sólidas para una recuperación sostenida y duradera. En ese contexto, el Cicyp representa un espacio de institucionalidad y de diálogo que el país necesita. Nuestra tarea es contribuir a que esta etapa de estabilización se traduzca en crecimiento, productividad e inclusión.

¿Qué opinión le merece el rumbo del gobierno de Javier Milei?
El presidente Milei está restableciendo el orden macroeconómico, bajando la inflación y recuperando la previsibilidad. Son pasos indispensables para volver a crecer. Se están haciendo cambios importantes a nivel regulatorio que permiten llevar adelante muchos proyectos que se benefician con la estabilidad. El sector privado necesita reglas claras y estabilidad para poder invertir, generar empleo y proyectar futuro. El país está avanzando en esa dirección y eso es una buena noticia.
Se transformó en la primera mujer en liderar la institución, ¿qué significa para usted?
Asumir su presidencia significa una gran responsabilidad. No creo que el liderazgo deba definirse por género, sino por la capacidad, la visión y el compromiso con el desarrollo del país.
¿Lo ve como un desafío presidir la presidencia al tratarse de un entorno históricamente masculino?
Nunca medí los desafíos en términos de género. En este tiempo, lo verdaderamente igualitario es dejar de subrayar las diferencias. Los desafíos son los mismos para todos: liderar con visión, con ética y con compromiso, para obtener los mejores resultados.
¿Cuáles son sus actuales o próximos objetivos?
Seguir fortaleciendo la voz del sector privado como actor de desarrollo y de diálogo. En el Cicyp queremos impulsar una agenda que combine estabilidad económica, educación de calidad y productividad. Y como presidente de la Fundación Educando, seguimos trabajando para que la educación sea la herramienta que transforme la estabilidad en desarrollo, al brindar oportunidades concretas para que más argentinos puedan integrarse a la economía.
¿Qué oportunidades ve para la Argentina en el nuevo escenario global?
Argentina tiene todo para volver a ocupar un lugar relevante en el mundo: recursos naturales, talento humano y capacidad de innovación. El contexto internacional ofrece oportunidades en energía, alimentos, minería y servicios basados en conocimiento. Debemos seguir avanzando en previsibilidad, competitividad y apertura inteligente. En este sentido, las señales que está dando el país son alentadoras.















