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El pasado 9 de octubre, el obispo Ciro Quispe López presentó su renuncia como prelado de Juli, en el altiplano peruano, tras una investigación que reveló un escándalo de carácter sexual y financiero en el seno de la Iglesia. El Papa León XIV aceptó dicha renuncia, considerando la gravedad de las acusaciones.

Quispe, quien es visto como un viejo conocido del actual Pontífice debido a su trayectoria eclesiástica en el país, fue señalado por mantener relaciones simultáneas con varias mujeres, incluidas religiosas y feligreses, además de gestionar de manera irregular los fondos de la prelatura.

¿Quién es el cura peruano señalado y su relación con el Papa León XIV?

Ciro Quispe López, de 51 años, fue designado obispo prelado de Juli en 2018 por el papa Francisco, desempeñando su labor pastoral en el sur del Perú, una región históricamente asociada al entonces obispo de Chiclayo, Robert Prevost, quien actualmente es el Papa León XIV.

A pesar de haber compartido espacio institucional dentro de la Iglesia peruana, no se dispone de evidencia que sugiera una relación personal cercana entre ambos. Su conexión fue estrictamente jerárquica, dado que Prevost actuó como superior en el episcopado peruano antes de su traslado a Roma.

La Santa Sede anunció el 24 de septiembre de 2025 que el Papa aceptaba la renuncia de Quispe “según el canon 401 §2 del Código de Derecho Canónico”, una fórmula habitual en situaciones que involucran conductas inapropiadas o pérdida de confianza.

Fuente: narrativas-spin-co

¿Cuáles son las acusaciones en la Iglesia peruana?

La investigación eclesiástica ha puesto de manifiesto que Quispe habría mantenido múltiples relaciones amorosas, algunas de ellas con religiosas, según lo informado por Infobae. Diversos testimonios recopilados por varios medios de comunicación aseguran que mantenía relaciones paralelas con hasta 17 mujeres y que existen audios, fotografías y mensajes que corroboran dichas acusaciones.

Adicionalmente, se encuentra bajo investigación por presunto desvío de fondos y una gestión inadecuada de los bienes eclesiásticos. Las denuncias señalan el uso indebido de recursos del obispado para fines personales, lo que ha llevado a la intervención de la Nunciatura Apostólica en Lima.

Declaraciones del Vaticano y respuesta del obispo

El comunicado de la Santa Sede no proporcionó detalles sobre las acusaciones, limitándose a informar sobre la aceptación de la renuncia. No obstante, fuentes eclesiásticas han confirmado que el proceso canónico continúa en curso y que Quispe podría enfrentar sanciones más severas si se corroboran los hechos.Por su parte, el obispo, en declaraciones a medios locales, rechazó los cargos y se refirió a una “campaña difamatoria” en su contra.

“No tengo procesos abiertos ni en el ámbito civil ni eclesiástico”, afirmó Quispe al portal El Colombiano.A pesar de su defensa, el caso ha provocado una profunda crisis de credibilidad en la prelatura de Juli y ha reavivado el debate sobre los mecanismos internos del Vaticano para investigar abusos y conductas inapropiadas entre el clero.