Quiénes fueron los grupos económicos que se beneficiaron, primero, de la administración kirchnerista para luego caer en desgracia? ¿Quiénes pudieron, con habilidad, sobrevivir a los desplantes y amenazas? ¿Quiénes fueron los empresarios que crecieron exponencialmente, beneficiados por la obra pública? Los patrones de la Argentina K. Los negocios, el poder y la política de los verdaderos dueños de la década ganada (Planeta) da respuesta a estos interrogantes. Presentado recientemente en el mercado, esta investigación de los periodistas Esteban Rafele y Pablo Fernández Blanco desmenuza las historias de Jorge Brito (Banco Macro), Carlos Bulgheroni (Bridas), Eduardo Eurnekian (Aeropuertos Argentina 2000), Eduardo Elsztain (Cresud/IRSA), Sebastián Eskenazi (YPF), Cristóbal López (Grupo Indalo/Casino Club), Héctor Magnetto (Clarín), Pablo Rocca (Techint), Luis Pagani (Arcor) y Marcelo Mindlin (Pampa Energía) para ilustrar lo que fue la relación del Gobierno con los empresarios y lo que fueron los negocios en estos 10 años.
Hay una coincidencia en los vínculos entre los empresarios y el Gobierno y el nivel de facturación. No es que a mejor relación, más facturación, pero sí es cierto que, cuando una empresa es más grande, quizás tiene más necesidad de mostrarse o es más considerada por el Gobierno para distintas cuestiones. Brito terminó formando el banco de capital nacional más importante junto al Galicia y, con Bulgheroni, es de los que mejor sabe jugar al juego político; se acomoda a todos los gobiernos, afirma y amplía: Magnetto nos permitía contar los medios y, además, se terminó convirtiendo en el enemigo público número uno del Gobierno, después de una relación de amor que duró cuatro años, comenta Rafele.
Los vínculos en esta trama de poder, explican los periodistas, fueron muy conflictivos. A la vez, el Gobierno cambió, de alguna manera, las relaciones de juego político con el establishment. Los empresarios más grandes del país estaban más acostumbrados a tener más incidencia en la política económica. Llegaban a nombrar ministros, por ejemplo. El gobierno de los Kirchner les exigió mantenerse al margen de esas decisiones de política económica pero, a la vez, les facilitó los negocios más importantes que tuvieron en sus historias como empresarios. Esta va a contramano del discurso anticorporativo del Gobierno, reconoce.
En línea, Cristóbal López encarnaría el caso más émblemático de los empresarios K. Si bien ya tenía una fortuna antes de que Kirchner llegara al Gobierno, expandió sus negocios como ningún otro en estos años.
Cuanto mejor se llevaron con el Gobierno, o cuanto menos obstáculos pusieron a su política económica, mejores negocios hicieron. En algunos casos, el Gobierno se los facilitó; en otros, miró para otro lado y no reguló de la manera en que debía. O al revés. Cuando quisieron oponerse, el Gobierno empezó a buscar trabas y asteriscos que impedían cerrar algún trato o elevar los niveles de facturación, afirma. z we

Ficha

n Título: Los patrones de la Argentina K.
n Autor: Esteban Rafele y Pablo Fernández Blanco
n Editorial: Planeta
n Páginas: 480
n Edición: 2013