Cuando todavía no se recuperó totalmente de la crisis de 2008, el sector del arrabio (hierro para primera fundición y materia prima del acero) ya se enfrenta a otro inminente escenario de desafío. La desaceleración de la economía norteamericana tiende a reducir las exportaciones de las siderúrgicas de Brasil, que siempre fue su principal mercado. Antes de la crisis, las plantas llegaron a embarcar hasta 6 millones de tn del insumo por año hacia Estados Unidos para competir con la herrería reciclada como materia prima de las mini mills locales. Ya para 2011 se espera que el volumen caiga a la mitad, según prevé Luiz Guilherme Monteiro, director financiero del grupo Cosipar (Companhia Siderúrgica do Pará), el más grande productor y exportador de arrabio de Brasil.
El ejecutivo trabaja con una proyección de embarques de entre 2,5 y 3 millones de tn de arrabio hasta diciembre a precios que van de u$s 510 a u$s 520 por tn FOB. El precio del arrabio está por debajo del promedio histórico, pero no es un mal precio para nosotros, indica. Monteiro se queja de los altos costos de las materias primas (mineral de hierro y carbón) que reducen los márgenes operacionales de las empresas del sector. Estamos trabajando con márgenes operacionales muy apretadas, de un dígito. Si el precio de la materia prima fuera un poco menor tendríamos un margen mayor. El cambio tampoco ayuda, el volumen exportado se redujo y muchos productores dejaron de producir, lamenta.
El escenario desfavorable ha llevado a las plantas de arrabio a operar con un promedio de 50% de la capacidad instalada de 5 a 6 millones de tn, casi mitad de los 10 millones de tn de capacidad que existía en la pre-crisis. Al inicio de 2009, en pleno tsunami financiero, la producción cayó a 20%. Entre 2010 y 2011 el sector avanzó 4 millones de tn más frente a los 2 millones de la crisis.
Las empresas del grupo Cosipar producirán este año 580 mil tn, un 60% de la capacidad total. La siderúrgica Usipar, actualmente con uno de sus hornos paralizado, producirá 250 mil tn y Cosipar otras 330 mil. En total, ambas exportarán 350 mil, de las cuales 300 mil tn son propias y las 50 mil restantes aportadas por terceros. De esas 300 mil toneladas, Cosipar colocará sólo 50 mil toneladas en el mercado norteamericano. Usipar embarcará sus 250 mil toneladas de arrabio al grupo ruso Mechel OAO (con el que el grupo firmó una sociedad para construir un complejo siderúrgico en un local de Usipar, en Barcarena, estado brasileño de Pará).
La inversión prevista para el complejo siderúrgico de Usipar es de u$s 5 mil millones y el grupo Cosipar será minoritario en la sociedad, con un 25%. Monteiro dijo que el proyecto está en una etapa de estudio de viabilidad y que las primeras obras serán de infraestructura, como el puerto fluvial de Tocantins (importante para trasladar las placas de acero de la planta siderúrgica hacia el Atlántico).
La sociedad con los inversores rusos surgió a partir de la necesidad que tienen las plantas de arrabio de verticalizar la producción, como ha ocurrido con la industria del acero. Los productores de arrabio dependen totalmente del mineral de hierro de la compañía Vale y del carbón importado (cuando usan coque, como es el caso de Usipar). Todos los que son parte del sector están buscando una forma de controlar esos minerales. Tenemos algunos proyectos en los que estamos trabajando y nuestro socio es dueño de minas de carbón en el exterior, informó el ejecutivo.
Ante el fuerte impacto que sufrió el mercado externo de arrabio debido a la recesión en los países desarrollados, la división Ferro Gusa Carajás (FGC) de la compañía Vale (en Marabá, estado de Pará) también redujo la producción. Actualmente, con uno de los altos hornos inactivo, la planta está produciendo 200 mil tn de hierro-arrabio cuando su capacidad instalada es de 380 mil tn por año. La compañía Vale se propone mantener funcionando a FGC sólo mientras pueda proveerla de madera de la selva de Celmar (estado de Maranhão, norte de Brasil). Esa área fue vendida a la compañía Suzano y mediante un contrato negociado por las partes Vale puede utilizar un cierto volumen de madera para alimentar a la FGC. Cuando este suministro de madera termine (lo que se espera que ocurra este año) Vale estudiará qué hacer con la FGC, pues el arrabio ya no forma parte del core business de la compañía.