La nueva línea de crédito de R$ 20.000 millones del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), que transferirá el Tesoro para financiar proyectos de inversión en los 27 estados de Brasil, con el objetivo de apuntalar la economía, podrá utilizarse para compras de máquinas y equipamientos nacionales a través del Finame, financiar proyectos que ya ingresaron al banco y aportes de capitalización de agencias de desarrollo estaduales.

La información es de Guilherme Lacerda, director del área de infraestructura social, medio ambiente, sector agropecuario e inclusión social del banco, encargado de administrar los recursos del Proinvest, que deberán otorgarse a lo largo del 2013.

Que el Proinvest, nombre oficial del nuevo programa, no contemple solamente proyectos de inversión no impedirá que sea eficaz en la ampliación de la inversión pública, según Lacerda. En julio, la nueva línea deberá incorporarse a las políticas operativas de la institución, cumpliendo la autorización del Consejo Monetario Nacional (CMN). El gobierno quiere apurar el trámite. A partir de agosto, el BNDES comenzará a recibir los proyectos de inversión y las propuestas de compras de máquinas y equipamientos con el Finame.

El plazo entre el ingreso de los proyectos y la contratación de parte del BNDES vence el 31 de enero del próximo año, según la CMN. Los estados tienen hasta enero de 2015 para utilizar esos recursos. Con este plazo apretado, creo que la parte más importante del desembolso de R$ 20.000 millones tenga lugar en el segundo semestre del año que viene. Las operaciones de compras agilizarán la liberación de recursos, dijo Lacerda.

El director de la entidad de crédito reconoció que existe un desfasaje entre las contrataciones de préstamos en el banco y la liberación de recursos a los estados. Pero atribuyó ese hecho en gran parte a la morosidad de los proyectos que demoran para salir del papel.

El banco solo libera los recursos cuando el proyecto está listo para llevarse adelante, informó Lacerda.

En el acumulado de 2011 hasta junio de 2012 las contrataciones de proyectos de la administración pública estadual directa con el BNDES sumaron R$ 5.700 millones, de los cuales solamente se otorgaron R$ 968 millones. San Pablo, por ejemplo, solo contrató el proyecto de una línea de metro, una inversión de R$ 1.400 millones, el mes pasado. Entre el año pasado y el primer semestre de 2012, el BNDES no desembolsó recursos para estados como San Pablo, Espírito Santo, Marañón, entre otros.

Estados que no figuran en el sondeo, como Minas Gerais, no presentaron proyectos de inversión al banco. Lacerda dijo que quiere discutir el Proinvest con representantes de los estados y pretende invitarlos esta semana al banco. La línea de crédito apunta a ampliar la inversión pública y para eso, cuenta con tasas de interés más bajas, destacó el director. Con plazo de 22 años para pagar, el estado beneficiado con financiamiento del programa pagará al año TJLP (tasa de interés de largo plazo) más 1,1% en caso de que el proyecto tenga el aval del Tesoro, es decir, 6,6% al año (TJLP de 5,5%).

En caso de no tener, el costo es TJLP más 2,2% o 7,7%, una de las tasas más bajas que cobra el banco. Del total de R$ 20.000 millones dividido entre los 27 estados, según consta en una resolución de la CMN, Bahía, Marañón, Minas Gerais, Ceará, Pernambuco y San Pablo recibieron dotaciones superiores a R$ 1.000 millones. Se destacó San Pablo, que consiguió R$ 1.980 millones, el volumen más alto del Proinvest. Las demás unidades de la federación podrán contar con préstamos de entre R$ 500 millones y R$ 600 millones. Una parte de R$ 311 millones, la menor proporción, fue a parar al Distrito Federal.