

BRASILIA – Decepcionado con el crecimiento económico de 0,2% en el primer trimestre del año y ante la expectativa de un segundo trimestre con nula expansión de la actividad, el ministerio de Economía de Brasil sometió a la aprobación del Banco Central (BC) medidas de incentivos a la oferta de crédito para la venta de automóviles.
Socorrer a las automotrices es la principal iniciativa que el área económica evalúa para evitar el desempleo. La presidenta Dilma Rousseff “no quiere escuchar nada sobre ‘layoff’ (licencia remunerada), mucho menos sobre desempleo”, comentó uno de sus asesores, refiriéndose a las decisiones que están tomando las empresas, como extensión de vacaciones colectivas, reducción de turnos y licencias.
El BC resiste, pero examina las propuestas. Una se refiere a la creación de un Fondo de Inversiones en Derechos Crediticios (Fidc), por un valor de R$ 5.000 millones, con recursos del compulsorio sobre depósitos a plazo, destinado a comprar carteras de crédito de los bancos de automotrices.
Las cuotas-senior (que tienen precedencia para el pago en caso de liquidación del fondo) serían adquiridas por los grandes bancos mayoristas y las subordinadas quedarían en manos de los bancos de las automotrices, en proporción de 90% y 10%, respectivamente.
Otra idea es la reducción gradual de la necesidad de requerimiento de capital de los bancos para las operaciones de compra de vehículos, a medida que el tomador del financiamiento muestre que cumple con sus compromisos.
Los técnicos del área económica comprenden la resistencia del BC para aprobar las sugerencias, porque la autoridad monetaria amentó las tasas de interés en 3,75 puntos porcentuales para enfriar la oferta de crédito, reducir la demanda y contener así la inflación.
Sería contradictorio salir ahora a auxiliar a la industria automotriz si no fuera por la situación de “inercia” en que se encuentra el sector como un todo.
El gobierno no decidió si prorrogará el beneficio del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI), previsto para terminar a final de mes, y espera que las fábricas tomen también la iniciativa de reducir sus márgenes de lucro.













