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Un objeto interestelar conocido como cometa 3I/ATLAS está provocando expectación entre astrónomos y aficionados al cielo nocturno de todo el planeta. Este cometa, proveniente de fuera del sistema solar, realiza una breve visita a nuestro vecindario cósmico y en las próximas semanas ofrecerá una oportunidad única de observación que no se repetirá jamás.

Aunque el cometa no será visible a simple vista, su acercamiento más próximo a nuestro planeta en diciembre de 2025 permitirá que observadores con telescopios y equipos adecuados lo detecten en el cielo matutino en distintas latitudes.

Qué es el cometa 3I/ATLAS y por qué genera tanta expectativa

El cometa 3I/ATLAS es apenas el tercer objeto interestelar confirmado que atraviesa el sistema solar. A diferencia de los cometas tradicionales, no orbita alrededor del Sol de manera periódica, sino que realiza un único paso antes de alejarse definitivamente hacia el espacio profundo.

Su composición de hielo, polvo y gases congelados hace que, al acercarse al Sol, libere material que le da el aspecto de una gran “bola de nieve cósmica”. Esta característica, sumada a su origen fuera del sistema solar, lo convierte en un objeto excepcional para la observación astronómica.

Se aproxima uno de los cometas más importantes para la comunidad astrónoma. Fuente: Archivo.

Además, su trayectoria y velocidad indican que no representa ningún peligro para la Tierra. El cometa pasará a una distancia segura, lo que permitirá estudiarlo sin riesgos y con mayor detalle mediante instrumentos especializados.

Cuándo y desde dónde podrá observarse el fenómeno

El momento de mayor interés se producirá durante los meses cercanos a su máxima aproximación, cuando el cometa podrá ser detectado con telescopios desde diversas regiones del mundo. La observación será más favorable en cielos oscuros y con baja contaminación lumínica.

Las mejores condiciones se darán en las horas previas al amanecer, cuando el cometa se eleve sobre el horizonte. En ese contexto, ciudades del hemisferio norte y algunas zonas del hemisferio sur contarán con ventanas de observación privilegiadas, dependiendo de la latitud y las condiciones meteorológicas.