

Recientemente, se llevó a cabo un sorprendente hallazgo en Luxemburgo: un tesoro compuesto por 141 monedas de oro romanas que permaneció enterrado durante aproximadamente 1.600 años.
Este descubrimiento no solo posee una relevancia arqueológica de gran magnitud a nivel mundial, sino que también tiene un significativo valor histórico. Las monedas, que fueron ocultas durante el periodo del Imperio Romano tardío, presentan tallados de los rostros de nueve emperadores romanos.
Hallazgo histórico: 141 monedas de oro ocultas durante 1600 años
Según un comunicado del Instituto Nacional de Investigación Arqueológica de Luxemburgo (INRA), el descubrimiento tuvo lugar en Holzthum, durante excavaciones realizadas entre 2020 y 2024.
El conjunto de monedas ha sido valorado en USD 322.000, según lo reportado por la revista científica Smithsonian. "Esto representa una grancantidad de riqueza personal para el individuo o grupo que las coleccionó", declaró la historiadora del Trinity College de Dublín, quien además señaló que durante el Imperio Romano, las monedas de oro eran sumamente raras.
Se presume que el propietario original de este tesoro fue un oficial militar de una clase social privilegiada.
Adicionalmente, los investigadores hallaron restos de una estructura que, según se estima, podría haber sido una pequeña fortaleza o torre romana.

La revelación de un secreto del Imperio Romano a través de este descubrimiento
Este hallazgo no solo es significativo por su valor económico, sino que también abre una ventana única para conocer aún en mayor profundidad detalles de la historia de uno de los más grandes imperios de los que se tiene precedente.
Según lo explican los expertos, el territorio en el que se realizó este descubrimiento fue sumamente próspero a principios del siglo IV. Sin embargo, a inicios del próximo siglo las invasiones de los pueblos germánicos se convirtieron en una amenaza para los romanos.
Tres de las monedas encontradas reflejan el rostro del emperador Eugenius, un antiguo profesor de retórica que fue proclamado emperador del Imperio Romano de Occidente entre 392 y 394 d.C. La brevedad de su reinado hace que sus monedas sean especialmente raras y codiciadas.
En este marco, se estima que el propietario de las monedas enterró su riqueza y huyó sin poder llevarlas consigo.












