Rico, fácil y barato: cómo hacer el caldo mágico que todo lo cura
Esta receta de caldo está llena de colágeno y es una receta que te hará acordar al que te servía tu abuela. ¿Cómo prepararlo?
El caldo de pollo es una de las recetas más antiguas y versátiles de la cocina mundial. Aparte de ser delicioso y reconfortante, es conocido por sus numerosos beneficios para la salud.
Por esto, te vamos a contar cómo preparar un caldo nutritivo, fácil y barato, como el que te preparaba tu abuela. Además, te mostraremos cuáles son los ingredientes clave y las razones por las cuales este plato es tan beneficioso.
Caldo de pollo: ¿Cuáles son sus beneficios para la salud?
- Fortalece el sistema inmunológico: uno de los principales beneficios del caldo de pollo es que refuerza las defensas naturales del cuerpo. Los minerales esenciales como el zinc y el magnesio, presentes en los huesos del pollo y las verduras, son conocidos por estimular el sistema inmunológico, ideal para combatir resfriados y gripes.
- Alivia las afecciones respiratorias: un buen caldo de pollo caliente ayuda a descongestionar las vías respiratorias. Las propiedades antiinflamatorias de los ingredientes, como el ajo y el jengibre, ayudan a reducir la irritación en la garganta y los pulmones.
- Apoyo digestivo: los nutrientes presentes en el caldo, como la gelatina natural de los huesos, contribuyen a mejorar la digestión y a proteger la mucosa intestinal. Esto puede ser especialmente útil para personas con problemas digestivos o inflamación intestinal.
¿Cómo ayuda el caldo de pollo a tu piel?
Por otra parte, el caldo de pollo es una fuente rica en electrolitos como el sodio y el potasio, que ayudan a mantener el cuerpo hidratado, especialmente cuando se está enfermo o después de una actividad física intensa.
Además, los huesos del pollo liberan colágeno y gelatina durante la cocción, lo que ayuda a lubricar y mantener saludables las articulaciones. Estos nutrientes también contribuyen a la regeneración de tejidos y a la prevención de problemas articulares como la artritis.
Como si fuera poco, y a pesar de ser un plato bajo en calorías, el caldo de pollo es muy nutritivo. Proporciona proteínas de alta calidad, vitaminas del complejo B y minerales como el calcio, que ayudan a mantener los huesos fuertes.
¿Cómo hacer un caldo de pollo infalible para la salud?
Ingredientes básicos para el caldo de pollo
- 1 pollo entero (puedes optar por muslos o carcasa)
- 2 zanahorias peladas y cortadas en trozos grandes
- 2 ramas de apio
- 1 cebolla grande cortada a la mitad
- 2 dientes de ajo enteros
- Perejil fresco (un manojo)
- Hojas de laurel (2 o 3)
- Pimienta negra en granos (al gusto)
- Sal (al gusto)
- Agua suficiente para cubrir el pollo y los vegetales
- Jengibre fresco (opcional)
Preparación paso a paso
- Preparar los ingredientes: lava bien el pollo y corta las verduras en trozos grandes. El ajo y el jengibre no necesitan pelarse, ya que su cáscara aporta sabor al caldo.
- Cocinar el pollo: en una olla grande, coloca el pollo y cúbrelo con agua fría. Lleva a ebullición a fuego alto. A medida que sube la temperatura, retira la espuma que se acumule en la superficie para obtener un caldo claro.
- Añadir los vegetales: cuando el agua comience a hervir, agrega las zanahorias, el apio, la cebolla, el ajo, las hojas de laurel, la pimienta y, si lo deseas, un trozo de jengibre. Baja el fuego a medio-bajo para que el caldo hierva suavemente.
- Cocción lenta: deja que el caldo se cocine a fuego lento durante 2 a 3 horas. Esto permite que los nutrientes del pollo y las verduras se liberen y enriquezcan el caldo.
- Sazonar: cuando esté listo, añade sal al gusto y retira del fuego. Si prefieres un caldo más concentrado, puedes cocinarlo por más tiempo para que reduzca.
- Colar y servir: cuela el caldo para retirar los huesos y las verduras. Puedes guardarlo en la nevera por varios días o congelarlo para usarlo después.
¿Por qué debes comer caldo de pollo?
El caldo de pollo no solo es una comida sencilla y deliciosa, sino que también ofrece una amplia variedad de beneficios para la salud. Es perfecto para aliviar enfermedades comunes, fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la digestión.
Prepararlo en casa te asegura aprovechar todos estos nutrientes esenciales, sin los aditivos de los caldos comerciales. ¡Anímate a hacer tu propio caldo y disfruta de un plato saludable y reconfortante!