El hipo, esa contracción involuntaria del diafragma que puede ser tanto molesta como embarazosa, ha sido objeto de remedios y trucos a lo largo de la historia.
Si bien existen múltiples métodos populares, un truco poco conocido y con raíces en antiguas tradiciones ha resurgido recientemente: la técnica de la respiración alternada, que promete eliminar el hipo en tan solo 12 segundos. ¿Cómo hacerlo?
¿Qué presionar para quitar el hipo?
Para quitar el hipo, hay que acudir a la técnica de respiración alternada, que consiste en presionar las fosas nasales.
Si bien la técnica tiene sus raíces en las prácticas de yoga y la medicina tradicional, sus beneficios también se extienden a la regulación del sistema nervioso, lo que podría explicar su efectividad para detener el hipo.
El truco es simple. Solo debes seguir -al pie de la letra- los próximos pasos:
- Siéntate en un lugar cómodo: encuentra un ambiente tranquilo donde puedas concentrarte.
- Cierra los ojos y relájate: toma unos segundos para calmar tu mente y tu cuerpo.
- Tapa una fosa nasal: con el dedo índice, cierra suavemente una de tus fosas nasales.
- Inhala profundamente: respira lenta y profundamente por la fosa nasal que está abierta, llenando tus pulmones de aire.
- Cambia de fosa nasal: mientras exhalas, cierra la fosa nasal que acabas de usar y abre la otra.
- Repite el proceso: realiza varias repeticiones de este ciclo, inhalando y exhalando por cada fosa nasal alternativamente.
¿Por qué el hipo no se me quita?
El hipo puede persistir por varias razones, como irritación del diafragme debido a comer rápido o alimentos picantes, estrés emocional o condiciones médicas subyacentes. También puede ser causado por ciertos medicamentos.
Si el hipo dura más de 48 horas o se presenta con otros síntomas preocupantes, es recomendable consultar a un médico.
¿Cómo se quita el hipo con limón?
Si quieres quitar el hipo con limón, debes seguir los siguientes pasos:
- Corta un limón fresco por la mitad.
- Toma un trozo del limón y muérdelo o chúpalo para extraer su jugo. El sabor ácido del limón puede ayudar a estimular los nervios que controlan el diafragma y, a menudo, detiene el hipo.
- Asegúrate de tragar lentamente el jugo, permitiendo que su acidez actúe.