El Gobierno de los Estados Unidos deportó en los últimos días nuevos grupos de inmigrantes entre los que se encontraban varios argentinos. Si bien Donald Trump entabló diálogo con Javier Milei, presidente argentino, por la posibilidad de reintegrar el programa de Visa Waiver, no admitirán la presencia de estos residentes sin cumplir con los trámites legales obligatorios.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) mantiene firme los protocolos de redadas en distintas partes del país para detener, y luego deportar, a los indocumentados en Estados Unidos. Durante los últimos meses, según estimaciones, serían más de mil los extranjeros expulsados.
Atención argentinos en EE.UU.: Trump deportó a estos residentes a pesar de contar con estos permisos
Debido a las corrientes políticas que predominan en ambos países, Argentina estableció relaciones diplomáticas con Estados Unidos para reingresar al Programa de Exención de Visa (VWP), el cual les permitirá a los argentinos a no requerir de una visa para viajar al territorio norteamericano.
Sin embargo, el inicio de este diálogo no exime las normativas migratorias de Trump de expulsar a todos los inmigrantes indocumentados en el país. Durante los últimos días ICE deportó a un contingente de argentinos que, según las autoridades federales, no contaban con los trámites legales de permanencia aprobados por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).
El vencimiento de visa, ingresos irregulares al país y antecedentes judiciales por diversas causas, entre ellos, conflictos familiares y episodios de violencia fueron los motivos de deportación que se registraron de dicho contingente.
De acuerdo con las normas del Gobierno de los Estados Unidos, todos los inmigrantes deben contar con una green card (el trámite más fuerte de permanencia), una visa, un permiso de asilo o un permiso de trabajo para demostrar su estatus legal ante las fuerzas migratorias.
¿Qué pasa una vez que me deportan de Estados Unidos?
Cuando un extranjero es deportado de Estados Unidos, su salida queda registrada en los archivos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Esta medida implica una prohibición de reingreso que varía según el motivo de la deportación, y puede extenderse entre 5, 10 o hasta 20 años en los casos más graves.
Durante ese período, la persona no puede ingresar legalmente al país y, si lo intenta de manera irregular, enfrenta sanciones mucho más severas que incluyen multas, cárcel e incluso una prohibición permanente. Solo en situaciones excepcionales, mediante un perdón migratorio aprobado, es posible solicitar el regreso antes de que finalice el plazo establecido.