

En Estados Unidos crece la expectativa por una decisión judicial que podría desencadenar uno de los reembolsos más grandes de la historia. La cifra en juego asciende a un billón de dólares, un monto que supera los presupuestos anuales de varias agencias federales y que mantiene en vilo tanto a las autoridades como a las empresas.
El debate no es menor: si la Corte Suprema confirma lo resuelto por tribunales inferiores, el Gobierno federal se vería obligado a devolver enormes sumas de dinero en un proceso que podría alterar el equilibrio fiscal y económico de los próximos meses. Sin embargo, todavía quedan interrogantes clave sobre cómo funcionaría esa devolución y quiénes serían los beneficiados.

¿Por qué Estados Unidos podría tener que reembolsar un billón de dólares?
El origen de este posible reembolso confirmado se encuentra en los aranceles impulsados por el presidente Donald Trump bajo el argumento de "reciprocidad". Estos gravámenes, aplicados a productos de decenas de países, ya generaron más de 72.000 millones de dólares en recaudación hasta fines de agosto, según datos oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
Pero dos tribunales federales dictaminaron que Trump se excedió en su autoridad al ampararse en la International Emergency Economic Powers Act. Ahora, el Tesoro advirtió que la devolución total podría alcanzar entre 750.000 millones y un billón de dólares, incluyendo lo ya recaudado y lo que se proyectaba cobrar hasta junio próximo.

¿Quiénes recibirían el dinero y cómo sería el proceso?
De confirmarse la devolución, los principales beneficiados serían las empresas importadoras que pagaron los aranceles. Expertos en comercio internacional explican que estas compañías podrían tener que presentar reclamos formales para recuperar el dinero, lo que abriría un escenario complejo y cargado de trámites.
Claves para las empresas importadoras
- Mantener registros detallados de las operaciones de importación.
- Presentar la documentación en tiempo y forma.
- Evaluar la posibilidad de ceder sus derechos de reembolso a terceros, algo que ya ocurre en el mercado.
Incluso firmas de logística como C.H. Robinson anticiparon que la carga de trabajo de los equipos aduaneros podría duplicarse de la noche a la mañana, dada la magnitud del proceso. Mientras tanto, la administración Trump insiste ante la Corte Suprema en que los aranceles son legales y que anularlos sería "ruinoso" para la economía.











