

El Gobierno de Estados Unidos confirmó que se implementará un cobro extraordinario de 100.000 dólares por cada solicitud de la visa H-1B, uno de los programas más utilizados por trabajadores migrantes calificados.
La medida fue anunciada a través de una proclamación presidencial y busca limitar lo que la Casa Blanca considera un uso abusivo del sistema.
La disposición establece que el pago será obligatorio para nuevas aplicaciones, además de las tarifas ya vigentes, y solo se permitirán exenciones en casos de interés nacional.
El cambio, que impactará especialmente a la industria tecnológica, forma parte de una estrategia más amplia de la administración para restringir la inmigración laboral.
¿Qué significa que Estados Unidos cobre 100.000 dólares por la visa H-1B?
La visa H-1B es una de las principales vías para que profesionales extranjeros trabajen en Estados Unidos en sectores como tecnología, ingeniería y ciencias. Con el nuevo esquema, el costo de aplicación se eleva de forma inédita, pasando de tarifas de unos pocos cientos de dólares a un monto de seis cifras.
Según el Gobierno, este ajuste busca:
- Reducir la sustitución de trabajadores estadounidenses por mano de obra extranjera más barata.
- Elevar el nivel de control sobre empresas que participan en el sorteo anual de visados.
- Incentivar que las compañías recurran a talento nacional en áreas STEM.
Impacto inmediato en las empresas
El anuncio provocó caídas en las acciones de consultoras tecnológicas, que suelen depender del programa para contratar personal calificado. Para estas compañías, el costo por trabajador podría multiplicarse hasta por seis años consecutivos, lo que abre un nuevo escenario en el mercado laboral.

¿Cómo afectará esta medida a los migrantes y al proceso de solicitud?
La exigencia de pagar 100.000 dólares por la visa H-1B no solo encarece el acceso, sino que también redefine las condiciones de entrada al país. De ahora en adelante, las solicitudes estarán condicionadas a que las empresas puedan justificar esa inversión por cada trabajador.
El Gobierno también adelantó cambios en los niveles salariales exigidos, lo que obligará a los empleadores a ofrecer mejores sueldos para no desplazar a profesionales estadounidenses. Además, la administración prepara nuevas reglas para ajustar el proceso de sorteo, que ha sido criticado por la saturación de solicitudes.
Posibles excepciones
Aunque la norma es general, la proclamación abre la posibilidad de exenciones caso por caso en sectores estratégicos o cuando exista un interés nacional, lo que permitirá a algunas compañías solicitar dispensas ante el Departamento de Comercio y Trabajo.













