

Un grupo de investigadores consiguió, por primera vez, activar la regeneración de la retina en mamíferos, un avance que hasta ahora se consideraba inalcanzable.
Este hallazgo podría transformar la vida de más de 300 millones de personas que sufren de enfermedades visuales, tales como la retinosis pigmentaria y la degeneración macular.
Un descubrimiento científico de esta magnitud abre nuevas posibilidades en el tratamiento de afecciones que afectan la visión, ofreciendo esperanza a quienes enfrentan la pérdida de la misma.

El modelo animal que sirvió de inspiración para la investigación
El desafío planteado era evidente: ¿sería posible replicar este proceso en humanos? La clave del hallazgo se originó al investigar ciertos animales, como el pez cebra, que tiene la capacidad de regenerar su visión de manera natural.
Este diminuto pez activa un mecanismo interno que convierte ciertas células de soporte ocular en nuevas neuronas visuales, restaurando así la función perdida.
El sorprendente papel de la proteína: PROX1
El análisis fue llevado a cabo por el Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea (KAIST), centrándose en ratones genéticamente modificados. Los científicos descubrieron que una proteína denominada PROX1 funcionaba como un freno natural para la regeneración ocular.
Al inhibir esta proteína, las células de la retina en los ratones comenzaron a regenerarse, recuperando funciones previamente perdidas. Los resultados fueron sorprendentes: durante un periodo de seis meses, los ratones tratados exhibieron mejoras visuales sostenidas. Este hallazgo representa la primera vez que se logra regenerar tejido ocular neuronal en mamíferos.

Un nuevo horizonte en la lucha contra la ceguera irreversible
La regeneración de la retina constituye uno de los retos más significativos en el ámbito de la medicina regenerativa, dado que las células nerviosas del ojo no poseen la capacidad de auto-reparación. Sin embargo, este hallazgo sugiere que, mediante la modificación de proteínas clave, el organismo podría recuperar esa capacidad que se ha perdido.
A pesar de que el estudio se encuentra en una fase experimental, los resultados obtenidos son alentadores. Este avance tiene el potencial de revolucionar el tratamiento de enfermedades que actualmente no cuentan con cura y que impactan la calidad de vida de millones de personas a nivel global.
El futuro inmediato: nuevas pruebas y un posible ensayo clínico en humanos
Los científicos del KAIST han indicado que "lo que estamos presenciando es el inicio de una nueva era en el tratamiento de la ceguera degenerativa". A pesar de que aún queda un largo camino por recorrer, la ciencia ha logrado dar un primer gran paso en este ámbito.
En la actualidad, los investigadores se encuentran en la fase de adaptar esta técnica a contextos clínicos más amplios. Si los ensayos futuros resultan exitosos, se anticipa que en pocos años se inicien las primeras pruebas en humanos con patologías avanzadas.











