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El estudio de la cultura egipcia ha sido motivo de fascinación científica desde siempre, pues sus ritos funerarios e impresionante arquitectura han permitido increíbles hallazgos arqueológicos.

Recientemente un equipo de científicos egipcios y estadounidenses de la Universidad de Pensilvania develaron una tumba real repleta de tesoros y los expertos estiman que permaneció oculta durante 3,600 años.

La tumba fue descubierta en la base de la montaña y fue sepultada por los vientos que arrastran enormes ráfagas de arena. De hecho, los expertos afirman que en ese mismo territorio los fenómenos climáticos han logrado enterrar estructuras de 4 o 6 metros de profundidad.

Científicos hallaron una tumba real que perteneció a una antigua dinastía de reyes. Fuente: archivo.

Descubrimiento arqueológico: hallan una tumba real oculta hace 3600 años

La tumba real fue descubierta en la necrópolis del Monte Anubis en Abidos en una misión arqueológica del Consejo Supremo de Antigüedades.

De acuerdo con los expertos, la tumba perteneció a uno de los antecesores reales del rey Senebkay y, para sorpresa de los arqueólogos, se trata de una tumba mucho más grande que otras conocidas de la misma dinastía a la que se estima que perteneció, la famosa dinastía de Abidos, un conjunto de reyes que gobernaron el Alto Egipto entre 1,700 y 1600 a.C.

Así luce la tumba descubierta por los arqueólogos. Fuente: egymonuments.

"El Dr. Joseph Wagner, jefe de la misión egipcio-estadounidense que trabaja en Abidos, declaró que la tumba real se encontró a una profundidad de aproximadamente 7 metros bajo el nivel del suelo", aseguró el gobierno de Egipto en un comunicado.

La tumba real en Egipto que está repleta de tesoros

De acuerdo con la información oficial, se trata de una cámara funeraria de piedra caliza repleta de bóvedas que, según las estimaciones de los expertos, al construirse alcanzó los 5 metros de altura.

"Se encuentran restos de inscripciones a ambos lados de la entrada que conduce a la cámara funeraria de las diosas Isis y Neftis, junto con bandas de inscripciones amarillas que una vez llevaron el nombre del rey en jeroglíficos", detallan los expertos.

A causa de los antiguos ladrones de tumbas el nombre del poseedor de esta tumba real no logró ser identificado. "Hicieron el suficiente daño a la decoración como para que solo tengamos la base de lo que habrían sido las columnas de texto identificativas", afirmó Josef Wegner, jefe de la parte estadounidense de la investigación.

Los expertos aseguran que trata de un sitio clave para la labor arqueológica, debido a que allí se han encontrado diversas tumbas con esqueletos y momias de gran relevancia.