Según el índice de actividad fluvial y marítima que publica la Prefectura Naval Argentina que permite medir el comercio exterior en forma cuantitativa, durante el último mes de julio las toneladas generales transportadas (cargas y descargas) reflejaron una caída interanual del 15,29% con respecto a julio de 2019, y una baja mensual del 7,98% con relación al mes de junio. El total operado fue de más de 10,8 millones de toneladas con un acumulando durante los siete primeros meses de 70,5 millones de toneladas, donde el 90,17% corresponden a las cargas (exportaciones) y el 9,83% a las descargas (importaciones). Asimismo, se acumulan durante un período de 12 meses más de 124,3 millones de toneladas transportadas, lo que representa un aumento del 16,22% respecto igual período del año 2018-19.
Las exportaciones en el mes de julio cayeron interanualmente un 14,98%, registrando también una caída mensual del 11,24% respecto al mes de junio. El total mensual operado fue de más de 9,69 millones de toneladas, acumulando en los primeros siete meses del año, más de 63,82 millones de toneladas y más de 110,8 millones de toneladas el acumulado en un período de 12 meses. A pesar que el periodo de estacionalidad de las exportaciones de granos explica la merma en este rubro, es evidente, que los factores asociados a la pandemia han tenido un impacto interanual superior a la estacionalidad de la actividad esperada.
Las importaciones en el mes de julio cayeron un 17,80% interanualmente y registraron un aumento mensual respecto al mes de junio del 34,81%. El total operado fue de más de 1,1 millones de toneladas, acumulando en los primeros siete meses más de 6,93 millones de toneladas importadas.
En el informe de referencia es muy interesante la distribución correspondiente a los rubros exportados e importados: el87% de las exportaciones son explicadas por la agricultura (58,37%) y alimentos (28,67%) y en el caso de las importaciones el 71,7% por la minería (35,26%), químicos y fertilizantes (22,89%) y combustibles (13,63%). Esto marca una preponderancia por parte de los productos agropecuarios y las manufacturas de ese sector en menor medida. En el caso de las importaciones se ve claramente la supremacía de insumos para el sector agropecuario, la industria y la producción de energía.
Los datos de balanza comercial por parte del INDEC en el mes de junio, reflejan un saldo positivo de u$s 1.484 millones, con exportaciones por u$s 4.786 millones e importaciones por u$s 3.302 millones. Como el 90% del comercio internacional se realiza a través de buques (según datos de la OMI), si se tienen en cuenta las toneladas cargadas y descargadas durante junio, se puede determinar que el valor promedio por tonelada exportada es de u$s 394,50 y el de la tonelada importada es de u$s 3.522. Entonces, para importar una tonelada de insumos y bienes terminados, necesitamos exportar nueve toneladas de productos agrícolas y alimenticios, recordando que esos rubros en el mes de junio explican el 92% de las exportaciones.
Este análisis, pone en evidencia el bajo valor agregado de nuestras exportaciones, y lo complejo que será para la Argentina un comercio exterior superavitario que aporte las divisas necesarias para sostener el gastos del estado y financiar el déficit fiscal. Lamentablemente el sector que cuenta con las mejores ventajas comparativas y competitivas se encuentra cercano a su frontera de producción, y el sector industrial, que debería ser quien comience a sumar divisas, se encuentra con caída de su actividad desde 2011 y con baja competitividad de sus productos a nivel mundial.