En los hogares argentinos, el té de manzanilla es un remedio común para la digestión, conocido por aliviar indigestiones y gases. Sin embargo, sus beneficios van más allá del bienestar estomacal.
¿De dónde proviene la manzanilla?
La manzanilla pertenece a la familia de las asteráceas y comprende varias especies, entre las que destacan la Matricaria chamomilla (conocida como manzanilla alemana) y la Chamaemelum nobile (o manzanilla romana).
Estas plantas, que se asemejan a la margarita, tienen sus raíces en diversas regiones de Europa y Asia, aportando una historia de uso en infusiones que se remonta a siglos atrás.
¿Cuáles son los beneficios para la salud del té de manzanilla?
A continuación, enumeramos algunos de los principales beneficios respaldados por un estudio realizado por la Universidad Nacional Kharkov Karazin de Ucrania:
- Mejora la calidad del sueño: la manzanilla es conocida por sus efectos sedantes suaves, que pueden ayudar a promover un sueño más reparador. Esta hierba contiene apigenina, un antioxidante que se une a ciertos receptores en el cerebro, ayudando a reducir el insomnio y la ansiedad.
- Alivia los dolores digestivos: el té de manzanilla puede ser una solución eficaz para el malestar estomacal. Sus propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas ayudan a calmar el tracto digestivo, lo que puede reducir los síntomas de indigestión, gases y cólicos.
- Propiedades antiinflamatorias: gracias a sus compuestos antioxidantes, como los flavonoides y los aceites esenciales, el té de manzanilla puede contribuir a la reducción de la inflamación en el cuerpo. Esto lo convierte en una opción útil para quienes sufren de condiciones inflamatorias crónicas.
- Refuerza el sistema inmunológico: la manzanilla tiene propiedades antimicrobianas que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. Su consumo regular puede contribuir a la prevención de resfriados y otras infecciones respiratorias.
- Alivia el estrés y la ansiedad: el té de manzanilla puede tener efectos ansiolíticos, ayudando a reducir los niveles de estrés y promover una sensación de calma. Sus propiedades relajantes son ideales para aquellos que buscan una alternativa natural para manejar la ansiedad.
- Favorece la salud de la piel: la aplicación tópica de té de manzanilla o su consumo puede contribuir a mejorar la salud de la piel. Sus propiedades antioxidantes ayudan a combatir el envejecimiento prematuro y pueden calmar irritaciones y alergias cutáneas.
- Regula los ciclos menstruales: para las mujeres, el té de manzanilla puede ser útil en la regulación de los ciclos menstruales y en el alivio de los síntomas asociados con el síndrome premenstrual (SPM), como calambres y cambios de humor.
¿Cuándo puede ser contraproducente el consumo de té de manzanilla?
Aunque el té de manzanilla es ampliamente conocido por sus propiedades beneficiosas, existen ciertos casos en los que su consumo podría no ser recomendable. A continuación, se enumeran algunos casos:
- Alergias y sensibilidades: las personas que presentan alergias o sensibilidad a plantas de la familia Asteraceae, como los crisantemos, la ambrosía y las margaritas, pueden experimentar reacciones adversas al té de manzanilla. Estas reacciones pueden incluir erupciones cutáneas, picazón o dificultades respiratorias.
- Embarazo y lactancia: aunque el té de manzanilla se considera generalmente seguro durante el embarazo, es prudente que las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia consulten a su médico antes de incluirlo regularmente en su dieta.
- Interacciones con medicamentos el té de manzanilla puede interactuar con ciertos medicamentos. En particular, puede potenciar el efecto de los ansiolíticos y los anticoagulantes, aumentando el riesgo de efectos secundarios o alterando la eficacia del tratamiento.
- Problemas de coagulación sanguínea: debido a sus propiedades anticoagulantes naturales, el té de manzanilla puede interferir con la coagulación de la sangre. Aquellos con trastornos de la coagulación o que están tomando medicamentos anticoagulantes deben tener precaución, ya que podría haber un riesgo aumentado de sangrado.
- Condiciones hepáticas: aunque es menos común, algunas investigaciones sugieren que el consumo excesivo de té de manzanilla podría afectar negativamente la función hepática en personas con condiciones hepáticas preexistentes.
- Efectos sedantes excesivos El efecto sedante de la manzanilla, aunque generalmente suave, puede ser más pronunciado en algunas personas. Esto puede causar somnolencia excesiva, especialmente cuando se combina con otros sedantes o medicamentos para el sueño.