Las cataratas son la principal causa de discapacidad visual en adultos mayores y, si no se pueden detectar a tiempo, pueden provocar ceguera irreversible.
Según la Academia Estadounidense de Oftalmología, más de 25 millones de personas mayores de 40 años tienen cataratas solo en Estados Unidos, y a los 75 años la mitad de los adultos las desarrollan.
Aunque suelen avanzar de manera lenta y progresiva, los profesionales reconocen que los primeros síntomas es clave para iniciar un tratamiento y evitar complicaciones.
¿Qué son las cataratas?
Las cataratas aparecen cuando el cristalino del ojo, que normalmente es transparente, comienza a endurecerse y volverse amarillo. Esto genera visión borrosa, colores opacos y dificultad para ver de noche.
Se pueden formar en uno o en ambos ojos. Con el tiempo, si no se tratan, pueden afectar seriamente la visión.
El primer síntoma de cataratas que muchos ignoran
Uno de los síntomas iniciales más comunes, pero frecuentemente ignorado, es el deslumbramiento y la aparición de halos alrededor de las luces, sobre todo durante la noche.
Esto sucede porque la luz que entra en el ojo se difracta al atravesar el cristalino opaco, provocando reflejos y brillos molestos. Al principio puede parecer un problema menor, pero es una señal de que la catarata está avanzando.
Si no se consulta a un oftalmólogo a tiempo, la enfermedad puede progresar hasta generar ceguera parcial o total.
¿Cuáles son los primeros síntomas de cataratas?
Además de los halos y el deslumbramiento, los especialistas recomiendan estar atentos a:
- Visión nublada o borrosa: aparecen manchas difusas en el campo visual.
- Dificultad para ver de noche: la vista se atenúa con tonos marrones o amarillos.
- Mayor sensibilidad a la luz: incomodidad frente a luces brillantes y posibles dolores de cabeza.
- Percepción opaca de los colores: los tonos se ven menos intensos.
- Cambios en los resultados del examen de la vista: aunque el paciente no note diferencias claras.
¿Cómo frenar el avance de las cataratas?
Las cataratas no desaparecen por sí solas, pero es posible retrasar su avance siguiendo algunos consejos:
- Mantener una alimentación saludable para los ojos: verduras de hojas verdes, cereales integrales, cítricos, nueces y pescado rico en omega-3.
- Usar lentes de sol y sombreros para proteger los ojos de los rayos UV.
- Consultar al médico sobre los efectos secundarios de medicamentos o gotas oculares.
- Realizar controles oftalmológicos periódicos.
Tratamiento: ¿cuándo se necesita cirugía?
En etapas tempranas, un oftalmólogo puede indicar lentes especiales y controles frecuentes. Pero cuando la visión está muy afectada, la cirugía de cataratas es la única solución definitiva.
Se trata de una intervención ambulatoria, segura y rápida, que reemplaza el cristalino opaco por una lente intraocular artificial, devolviendo una visión clara y reduciendo incluso la necesidad de anteojos.