Las indicaciones elaboradas por el Ejecutivo a la reforma laboral terminaron por quebrar la relación entre la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y el gobierno. Si bien la comunicación era cada vez más difícil, por culpa de los escasos puntos de encuentro, el diálogo entre la multigremial y La Moneda "se terminó".
Así lo señaló, con molestia, el secretario general de la CUT, Arturo Martínez, quien lamentó que las demandas de la multigremial no fueran consideradas. "No queda otro camino, la CUT debe asumir que, en estas condiciones, hay un diálogo que se termina. Hay que entrar en otra etapa", advirtió el dirigente, quien llamó a "romper el diálogo y buscar, con la movilización, la respuesta" para una reforma laboral que "no traicione el programa de gobierno".
A juicio de la CUT, los cambios sugeridos por La Moneda "abren la puerta a debilitar las libertades sindicales", por la vía de incorporar el reemplazo y el descuelgue en la huelga, además de rebajar las multas por prácticas antisindicales.
La molestia de la central se fundamenta en la indicación que permite, al empleador, "realizar las adecuaciones necesarias" (incluyendo ajuste de turnos y horarios) para que los trabajadores no involucrados en la huelga puedan asumir esas funciones. También en el descuelgue individual que se podría ejercer a partir del día 16 (en empresas medianas y grandes) o del día 6 (firmas de menor tamaño), siempre que la última oferta sea igual al contrato colectivo anterior, más reajustes por IPC. La presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, resumió la postura de la multigremial: "Nosotros rechazamos tajantemente las indicaciones que el Ejecutivo ingresó y queremos hacer un llamado al gobierno, para que recapacite". Los cuestionamientos apuntaron al ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, y a la titular del Trabajo, Ximena Rincón, a quienes la CUT acusó de intentar "vulnerar la esencia del proyecto de ley de reforma laboral".
Las críticas se extendieron al Senado, especialmente a algunos legisladores de la DC y el PPD. Recordando a dirigentes históricos de la falange, el vicepresidente de la CUT y militante DC, Nolberto Díaz, afirmó que "Eduardo Frei Montalva, Radomiro Tomic y Bernardo Leighton se revolcarían en sus tumbas si vieran la actitud de Jorge Pizarro, los hermanitos (Ignacio y Patricio) Walker, el empresario (Eugenio) Tuma y el señorito (Felipe) Harboe, respecto de elaborar fórmulas de reemplazo".