Desde hace al menos un año, los fabricantes de maquinaria agrícola de Córdoba y Santa Fe atraviesan un auspicioso proceso de crecimiento, consecuencia de una multiplicidad de factores que van desde el cepo al dólar hasta la pandemia. Con mayor o menor escala, son al menos 30 las firmas que están encarando diversos planes de inversión.
El último informe sectorial del Indec muestra que la venta de máquinas agrícolas en el cuarto trimestre de 2020 alcanzó una facturación de $ 32.010 millones, es decir un aumento de 89,3% interanual. En términos de unidades vendidas, todos los fierros de producción nacional tuvieron fuertes subas interanuales: tractores 82%, cosechadoras 77%, sembradoras 35% e implementos 31%.
La coyuntura favorable también se palpa en las estadísticas del sector manufacturero que elabora el Indec, actualizadas a febrero de 2021. El índice de producción industrial para el rubro mostró una suba del 45% respecto al año pasado.
"El productor se volcó a la renovación de sus fierros a partir de las dificultades para comprar dólares. Así es que en medio de la pandemia detectamos de pronto un fuerte ascenso en las ventas, hecho que nos obligó a buscar más personal por un lado y por el otro a cubrir la necesidad de mayor superficie fabril", relató Martín Leguizamón, responsable de Agro Fénix, cuyo portfolio incluye tolvas sileras y semilleras, acoplados, tanques, trailers y palas cargadoras, entre otros elementos.
El viento de cola favorece a compañías de todas las escalas. La de Leguizamón tiene menos de una década y funciona en un pequeño galpón de Armstrong, pero lo mismo puede decirse de Tanzi, que proyecta la construcción de una de las mayores plantas del rubro. Ubicada en Arequito, la firma comandada por Ignacio Tanzi ya tiene comprometida toda la producción para el primer semestre. "Vemos que los productores, al no poder hacerse de dólares, realizaron mucha inversión en fierros", dijo y comunicó la reciente decisión de modificar su proyecto de ampliación: en un principio iba a tener 12.000 metros cuadrados pero ahora tendrá 16.000. La futura sede estará emplazada en un predio de 9 hectáreas ubicado en las afueras de la ciudad.
La buena performance permite situaciones que difícilmente pudieran tener lugar en otra coyuntura. Tal es el caso de Richiger, una fabricante de embolsadoras con sede en Sunchales que demoró un par de meses la inauguración de una nueva planta porque no conseguía personal calificado para operarla. Durante 2020 la firma concluyó una nave de 2.000 metros cuadrados a la vera de la ruta 34, pero registró serias dificultades para gestionar los recursos humanos, lo que recién pudo regularizar tras un trabajo conjunto con el gremio metalúrgico.
Otro ejemplo destacable es el de Vassalli, la emblemática fábrica de cosechadoras que por primera vez en varios años logró pagar los sueldos de diciembre en tiempo y forma. Luego del ingreso de un grupo inversor -que incluyó a la familia Eskenazi- a finales de 2019, la planta aumentó un 25% su personal y un 40% su red de concesionarios.
Lluvia de inversiones
Maquinac, consultora que desde Córdoba realiza un seguimiento pormenorizado del sector, enumeró los desembolsos de 33 fabricantes de maquinaria agrícola, con foco en la provincia mediterránea y Santa Fe, pero también en otros distritos como Buenos Aires y Chaco. "El proceso arrancó en 2020 y se consolidó en el primer trimestre de 2021", aseveró el informe. Una de las últimas en anunciar planes de inversión es justamente la bonaerense Allochis, emplazada en Ferré y dedicada a la producción de cabezales, plataformas y accesorios.
El envión que tuvo el rubro durante el año pasado no sólo permitió la planificación de inversiones en bienes de capital o superficie, sino también una base sólida para apostar por la innovación. Tal es el caso de Tecsar, una metalúrgica santafesina especializada en extractoras y almacenadoras de granos que acaba de habilitar su división electrónica, con la que buscan "seguir el ritmo del avance de la tecnología en el campo brindando un producto terminado muy eficiente al cliente", según dijo uno de sus socios Damián Ramonda. El nuevo desarrollo significó un desembolso por 7 millones de pesos, que incluye reservale a la nueva división 900 metros cuadrados exclusivos.
Otra de las novedades que trae este 2021 como efecto del 2020 es que varias proveedoras del agro se están animando al mercado de capitales para buscar fondos. Franklin Boglich SRL, con base en la localidad de Santa Teresa, se convirtió la semana pasada en la primera en su tipo en emitir un fideicomiso financiero en Bolsa para lograr los 4 millones de dólares que usará para financiar a compradores de maquinaria agrícola usada, un segmento olvidado por el crédito bancario. No es el único caso: Crucianelli -especializada en la producción de sembradoras- incursionó a principios de año en la operatoria de obligaciones negociables (ON) para conseguir $ 150 millones.
Luces amarillas
Amén del escenario positivo, desde la Asociación de Fábricas y Distribuidores Argentinos de Tractores y otros equipamientos Agrícolas, Viales, Mineros, Industriales y Motores (Afat) plantearon recientemente algunas advertencias respecto a la posible falta de componentes clave. La entidad estimó que este año "se podrían repetir los volúmenes de ventas" del 2020, pero que el proceso puede estar amenazado por las dificultades para acceder a insumos clave.
