Su nombre es un genérico para aquellas personas que tienen que realizar tareas hogareñas. Uno se dirige al supermercado o a la ferretería del barrio y no pide ‘pegamento instantáneo'. Detrás de La Gotita se encuentra Akapol, una empresa especialista en adhesivos que opera en el país hace casi 60 años.
Más allá de ser una de las más importantes en el sector también supo apelar al marketing para crecer, en particular apoyada en el famoso jingle que asegura que a su producto ‘nada, nada lo despega'.
En realidad, el verdadero origen de este súper pegamento se produjo en los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. El químico Harry Wesley Coover estaba experimentando para fabricar miras telescópicas y se topó con el cianocrilato. Este componente le generó más de un dolor de cabeza debido a que se pegaba a todo y era muy difícil luego separar ambos objetos. Por eso lo dejó en stand by.
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