La misión a Vietnam, en lo económico, fue una buena decisión de Cristina Fernández de Kirchner, porque esa nación integra uno de los conglomerados con mayor protagonismo a nivel global. La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) está negociando, nada más y nada menos, la incorporación de Japón, China, Rusia, India y Corea del Sur, con lo que surgiría el principal bloque regional del mundo.
La economía de Vietnam creció posibilitando un gran desarrollo. Después de 20 años obtuvo superávit en la balanza comercial, con un crecimiento del 18% en sus exportaciones, siendo EEUU y Europa los dos principales mercados, mientras que China es el principal proveedor.
Con la presencia de empresarios bonaerenses, la misión comercial que encabezó la Presidenta representó una gran oportunidad para fortalecer las relaciones bilaterales. La Provincia aportó durante el 2012 el 19% del total de las exportaciones a nivel nacional a ese país, y representó el 100% en vehículos automóviles para transporte mayor a 10 personas y en corvinas congeladas, mientras que en otros pescados congelados alcanzó al 94%, y en cueros y pieles curtidos de bovino significó el 77% del total exportado.
El gobernador Daniel Scioli es un ávido promotor del intercambio comercial con el mundo, y el sudeste asiático es un objetivo clave para establecer lazos comerciales. Es importante atender destinos emergentes que en poco tiempo conformarán un bloque hegemónico global, con una población superior a los 2 mil millones de personas y una economía anual de u$s 7,75 billones. Evolución favorable
El año pasado, el PBI de Vietnam creció un 5% y la inflación un 7%, luego de haber llegado a un pico del 19%. También se mantuvo el tipo de cambio durante 11 meses consecutivos. Los principales productos de exportación son los teléfonos celulares, que crecieron un 97%, y las computadoras y productos electrónicos, que subieron un 69%.
La tasa de inversión extranjera creció un 31%, y acumuló reservas por 19 billones de dólares. Con una población que alcanza los 110 millones de habitantes y que está creciendo exponencialmente, se estima que en poco más de una década puede duplicarse esa cantidad, en el marco de una cultura donde los habitantes están obligados a casarse antes de los 26 años y tener hijos, con una lógica de planificación familiar que diseña el Estado.
País de contrastes
Llegar a Vietnam es llegar a un mundo nuevo. Ubicada en el centro del sudeste asiático e integrante de la ASEAN, fue la economía que más ha crecido en las últimas décadas. País de luchas conocidas, enfrentó cinco ocupaciones chinas, una francesa durante más de 60 años, y una guerra con EEUU. De todas resultó victorioso, lo que refleja a un pueblo luchador y a una geografía adversa para Occidente, aunque también para el gigante chino con quien Vietnam, si bien ha mejorado pragmáticamente sus relaciones, tiene diferencias históricas.
Recorrer su capital, Hanoi, es conocer parte de esa historia. Tiene un centro parisino heredado de la arquitectura francesa, cárceles donde estuvieron alojados los vietnamitas durante la ocupación francesa, pero también donde fueron alojados los norteamericanos durante la guerra con EEUU. Es ver el Mausoleo de Ho Chi Minh, quien para el pueblo es un santo que aún duerme, que no ha fallecido, es ver su casa, la Pagoda, los distintos lagos y, fundamentalmente, ver un conglomerado de personas que trabaja durante siete días a la semana con solo una semana de vacaciones por año, y con una altísima capacidad de trabajo y hospitalidad.
Una anécdota. Los norteamericanos se sienten muy bien tratados por los vietnamitas, motivo por el cual algunos se preguntan ¿por qué, luego de una guerra tan cruel, son tan bien considerados? Y la respuesta vietnamita es: A ustedes solamente les ganamos una guerra. Le ganamos 16 batallas a China, más de 5 a Francia y recuperamos numerosas veces nuestro territorio. Irónicamente, la respuesta indica que EEUU sólo peleó una vez contra ellos.
En una ciudad plagada de ciclomotores el tránsito circula en un aparente caos pero, siguiendo la lógica del Tao, todo fluye y no hay accidentes. Entre el aeropuerto y el centro hay 45 minutos y solo dos semáforos. Sin embargo, los vehículos, que parecen embestirse todo el tiempo, avanzan sin ningún tipo de obstáculos.