Irse de vacaciones y elegir una casa idéntica a la tuya; aprender a sacar los bollos que deja el granizo sobre tu auto o grabar el primer primer disco de tu banda son cada vez más accesibles a los consumidores, especialmente si es Internet el medio para llegar a esos fines.

De eso se trata el consumo colaborativo. De compartir, intercambiar, prestar, financiar, alquilar y regalar, redefiniendo esas acciones a través de la tecnología y las nuevas maneras de medir la reputación de las personas.

El movimiento del consumo colaborativo supone un cambio cultural y económico en los hábitos de consumo, buscando la horizontalidad y equidad en ese tipo de intercambio.

Cronista.com se puso en contacto tres modelos de emprendores que, con menos de cinco años de presencia en el mercado, ya forman una parte activa y exitosa de este cambio de paradigma a la hora de consumir: SegundoHogar.com, Educabilia.com e Idea.me.

Constanza de la Cruz, General Manager de Segundohogar.com lo define como “una plataforma segura y confiable, a la hora de hospedarse”.

¿Cómo funciona? “Los administradores inmobiliarios publican propiedades y los viajeros interesados en visitar destinos de Latinoamérica pueden reservar esas propiedades. Se cobra una comisión del 10%, monto que se transacciona al momento de la reserva y el saldo se abona directamente al “anfitrión” (administrador de la propiedad) en destino, al momento de hacer el checkin”, dice De la Cruz .

“Queremos que haya cada vez más conocimiento disponible y sea más fácil aprender lo que uno quiera”, señala Daniel Abadi, uno de los fundadores de Educabilia.

Define a su emprendimiento como “un marketplace de cursos donde se pueden publicar y encontrar clases presenciales y online de todo tipo. Educación formal e informal”.

“Nuestro objetivo es conectar a quienes quieren aprender con quienes enseñan, de manera fácil, rápida y atractiva. De esa manera, todos vamos a poder aprender más cosas y de mejor calidad. Eso es educarse colaborativamente”, apunta Abadi.

Virginia Muñoz, Business Development de Idea.me, define a su emprendimiento como “un sitio de crowdfunding ( financiación colectiva) que “permite a los talentos emergentes de América Latina llevar sus ideas a cabo mediante el acceso al capital, los canales de difusión, así como las herramientas y el apoyo necesario para poner en marcha un proyecto”.

“Idea.me forma parte del consumo colaborativo, porque el financiamiento es la colaboración de persona a persona, sin intermediarios, es la posibilidad de poder encontrar a tus propios clientes, usuarios y consumidores. En ese sentido, agrega que “no sólo cuentan con la motivación por recaudar los fondos necesarios, sino que es un espacio para compartir un trabajo públicamente y donde existe la posibilidad de establecer un diálogo directo con la gente”.