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No se trata de una moda. Se trata de un resurgir. El vermut, la bebida que para muchos se asocia con los abuelos y las generaciones pasadas hace tiempo se instaló entre los más jóvenes. De la mano de nuevas etiquetas nacieron las vermuterias que hoy se reproducen por todo el país y le hacen frente a las cervecerías.
El mercado nacional de vermut tiene un volumen de 4 millones de litros anuales, con una facturación de $1.087 millones según datos hasta septiembre 2021 de la consultora Nielsen.
La bebida hecha a base de vino, tuvo un crecimiento interanual, hasta septiembre, del 23%, con la marca Cinzano como líder del mercado. Esta última experimentó una suba sostenida interanual del 27%, por encima del total de la categoría.
"Hoy lo que observamos es que revivió la costumbre del vermut. Hay una tendencia global por las bebidas más saludables y con menos graduación alcohólica, a lo que se suma que nacieron en el último tiempo nuevas marcas", explica al diario El Cronista Julián Díaz, socio de los bares, La Fuerza, 878, Los Galgos y Roma, en donde el vermut es el denominador común.
La Fuerza, es sinónimo de vermut. En la esquina de Dorrego y Castillo en el barrio de Chacarita, el local abrió en 2018 y en simultáneo nacía el vermut nacional que lleva el mismo nombre y hoy tiene presencia en 200 locales comerciales y cuenta con su propio canal de venta online.
"A pesar de que el 2020 fue un año difícil por la pandemia, logramos repuntar en 2021 gracias a contar con espacios amplios al aire libre. Es un lugar donde se juntan generaciones que disfrutan del vermut y quieren acompañarlo de una picada o una comida simple", explica Díaz, uno de los dueños.
Dentro de los locales con los que cuenta el empresario gastronómicos sobresale, Los Galgos, la clásica vermuteria que cuenta con el primer grifo del país. Es un bar de 1929 que lleva hoy el sello de "notable" al igual que Roma en el barrio del Abasto que abrió por primera vez sus puertas en 1930.
Son varios los factores que contribuyen a aumentar el interés por la categoría del vermut: la predilección por los sabores amargos, las bebidas de origen botánico y con menor graduación alcohólica.
"Nuestro desafío es mantener vivo el ritual del vermut, resignificando esta ceremonia tan arraigada en los Argentinos pero sin perder la esencia. Mantener el hábito de consumo en cuanto al horario, pero con una propuesta actual. Como marca pensamos en este nuevo consumidor joven y moderno, que se suma a nuestros consumidores de siempre", agrega por su parte Estefanía Jacobs, Group Brand Manager de Cinzano.
Para Matías Dana, cantinero y dueño de la vermutería rosarina Belgrano, el vermut "vuelve a estar en bocas de todos. Es un personaje muy importante de cómo consumimos, cómo salimos. Hoy la juventud vuelve a consumir la bebida que estaba asociada con nuestros abuelos", explica.
"Nosotros con Cinzano venimos haciendo la vuelta del vermut hace 8 años, donde tratamos que la gente joven vuelva a tomar vermut como lo hacían nuestros abuelos y eso se empieza a ver en la apertura de nuevas vermuterías", cuenta sobre esta nueva tendenciaLele Cristobal dueño de Café San Juan, pionero en esta categoría.
"Fuimos la primera vermutería y nuestra apertura fue en octubre del 2016, en Europa ya era sensación. A pesar de la expansión de las vermuterías, la movida todavía no empezó. Todavía el negocio no explotó. Hay mucho por crecer", asegura el empresario.
Conectado con la gastronomía
El hábito del aperitivo está muy asociado con la gastronomía. Por eso las vermuterías no son un restaurante más, son lugares en donde el tapeo y los platos típicos nacionales son los protagonistas.
"Recuperamos el consumo. Volvemos a tomar aperitivos. Volvemos a cocinar. Se empieza a respetar a los productores nacionales. Está conectado con la cocina.", resalta Dana.
La principal particularidad del vermut es que hoy no se asocia solo a las generaciones pasadas, sino también a los más jóvenes. "Hoy hay más conciencia sobre como tomar alcohol. Hoy en mi vermutería se juntan jóvenes de 20 años con sus abuelos. Trascienden generaciones", concluye el especialista.
A diferencia de las cervecerías, que llegaron como una tendencia, la vermutería es un espacio para compartir un aperitivo antes del almuerzo o después de las merienda cerca de las 19 horas.
"En las vermuterias se come muy bien. Se come mucha conserva, papas, aceitunas, espárragos, comidas frías que acompañan la hora del vermut sin ser unas papas con cheddar. Ahora la gente está comiendo mucho mejor", asegura Lele Cristóbal.
"En general el vermut es más barato que la cerveza y el tipo de comidas es muy diferente. Nosotros tenemos el proyecto de seguir creciendo , de abrir nuevas sucursales con nuestras conservas", concluye el empresario.