Petrobras Energia, la filial en la Argentina de la compañía estatal brasileña Petrobras, podría desprenderse de su participación minoritaria en la distribuidora eléctrica Edesur, ya que busca enfocar su negocio en la exploración de petróleo y gas. La empresa está buscando pulir su portfolio en la Argentina como parte de una estrategia para convertirse en una compañía integrada, según indicó Carlos Da Silva, el presidente de la empresa en la Argentina, en una entrevista con la agencia de noticias Bloomberg, realizada en la ciudad de Punta del Este, Uruguay.
En los últimos años la empresa se desprendió de varios de sus activos en el país: a fines de 2009, le vendió su negocio de fertilizantes a Bunge, y en mayo de 2010 hizo lo mismo con la refinería que tenía en la localidad de San Lorenzo y las más de 300 estaciones de servicio asociadas, que fueron adquiridas por el empresario Cristóbal López.
Tenemos una estrategia de consolidación en la cadena energética donde algunos activos no son parte de la estrategia y otros no son tan rentables como desearíamos, dijo Da Silva, que se encuentra en Uruguay participando de la conferencia de Arpel, la asociación regional de empresas del sector de petróleo, gas y biocombustibles.
A través de Distrilec Inversora, la estatal brasileña es dueña de una participación del 27,33% en la distribuidora eléctrica, que a su vez es controlada por el grupo italiano Enel. Edesur tiene más de 2 millones de clientes y opera en Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires. Petrobras heredó esta participación en la compañía cuando adquirió los activos de Pecom Energía en 2002.
Uno de los candidatos para ingresar a Edesur es Cristóbal López. Según dejaron trascender fuentes del sector, ya contaría con una opción de compra para la participación en Edesur.
Además de la empresa de López, en el mercado se señalaban a varias compañías como interesadas en quedarse con la participación de Petrobras en Edesur, especialmente la cordobesa Electroingeniería.
Como otras empresas del sector eléctrico, Edesur enfrenta un congelamiento de tarifas, que erosiona sus ganancias.