Ricardo Battisti, presidente del Club de Automóviles Clásicos de la República Argentina, y Pablo Naya, CEO de Sero Electric compartieron su visión en un panel durante el evento que organizó la semana pasada El Cronista junto a la revista Apertura. Allí, destacaron la pasión de la sociedad argentina por el mercado automotor.
"Los autos empezaron a entrar a la Argentina en 1901. Hay una rica tradición de autos de colección a nivel local. Después del fútbol, el automovilismo es la segunda pasión de los argentinos", sostuvo Battisti. Además, reveló que la Argentina es el tercer país de América en coleccionismo de autos.
En esta línea, contó que, en la actualidad, el modelo de colección más solicitado es el Torino 380 W: "Son los autos que corrieron en 1969, por lo que hicieron pocas cantidades". Sostuvo, a su vez, que, para que un vehículo sea considerado clásico, debe tener más de 30 años, estar en su estado original y no debe ser de uso diario.
"El auto es un bien muy preciado para los argentinos. Hay mucha pasión. Nosotros producimos vehículos novedosos y los clientes se asombran", precisó Naya.
En tanto, destacó los beneficios de la electromovilidad: "Los autos eléctricos contribuyen al cuidado del medioambiente porque no emiten ningún tipo de polución. Además, es más económico que moverse en un vehículo de combustión, porque el consumo de energía siempre es mucho menor que el consumo de combustible".
No obstante, sostuvo que, dado que la juventud está usualmente más informada en términos de sustentabilidad y cuidado del entorno, su rango etario es el más interesado en sus productos. "Notamos que la mayoría de los clientes interesados son jóvenes. Sin embargo, por una cuestión económica, muchas veces no acceden a comprar un auto eléctrico".
Por esta razón, develó que su principal cliente son las empresas. "Sabemos que los jóvenes adoptarían estas tecnologías rápidamente y las empresas también ven los beneficios de los vehículos eléctricos respecto a la sustentabilidad, dado que economiza los costos del trabajo".
En este sentido, recalcó que el elemento más caro dentro de un vehículo eléctrico es la batería. "La movilidad alternativa, sin embargo, es cara por la cantidad de KiloWatts que se necesitan en la batería para poder brindar una mayor autonomía".
Además, añadió: "Estamos camino a una industria automotriz tecnológica. Tanto los híbridos, como los eléctricos o aquellos propulsados por hidrógeno, ya son muy preciados a nivel mundial".