A partir del lunes próximo las clínicas y sanatorios privados comenzarán a cobrar copagos a los afiliados de las empresas de medicina prepaga, en reclamo de una mejora en sus aranceles, y luego de que el Gobierno autorizara una suba del 7,5% en las cuotas para la salud privada.
“Es la única forma que tenemos de defendernos del rojo que se nos genera ante la imposibilidad de mover las cuotas un 9% desde septiembre, tal como habíamos pedido y como nos habían prometido, aunque luego todo eso quedó en la nada”, sostuvieron a Cronista.com desde una de las firmas del sector.
De aprobarse, ese 9% se cobraría de forma retroactiva con la factura de octubre.
La medida que se comenzaría a adoptar desde comienzos de la semana que viene quedó plasmada hoy, luego de una reunión entre las clínicas y sanatorios –prestadores de las prepagas- y las prepagas.
Según dijeron las fuentes consultadas, en caso de que el Gobierno finalmente adopta un cambio de postura –es decir que abra la puerta a un anticipo en las subas de las cuotas, para septiembre- el cobro de copagos quedaría desactivado.
Por otra parte, la semana que viene las empresas de medicina prepaga presentarán ante la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) un ‘recurso administrativo’, donde le pedirán al organismo oficial que revea su idea de aplicar una suba del 7,5% para octubre.
En los próximos días varias empresas del sector publicarán una solicitada en la que remarcará “la grave situación que atraviesa la atención de la salud” y se advertirá sobre “los inminentes riesgos de un colapso generalizado en la actividad”.