Kellogg Company anunció ayer que acordó comprar la marca de papas fritas Pringles, de Procter & Gamble, por u$s 2.695 millones, una operación que se concretó luego de la frustrada venta a Diamond Foods.

La operación supondrá que Kellogg, con en Battle Creek (Michigan), avance en sus objetivos empresariales globales, tanto en el sector de los snacks como en el de los cereales, en el que ya es uno de los líderes, según un comunicado. Pringles se sumará a sus marcas Cheez-it y Special K Cracker chips.

Para Procter & Gamble, la venta de Pringles significa deshacerse de productos alimenticios para centrarse en las categorías en las que hoy es líder mundial, como cuidado del hogar, higiene personal y salud, que captan cerca de 4.400 millones de consumidores en el mundo.

En la Argentina, Procter & Gamble vendía las papas Pringles, un producto importado, a través de un distribuidor. En tanto, Kellogg es conocida localmente sobre todo por sus marcas Zucaritas, Kellogs y Corn Flakes, entre otras.

Kellogg avanzó en el negocio de snacks en Estados Unidos desde que compró Keebler en 2001 por u$s 4.560 millones. Hoy, los cereales producto inicial de la empresa representan el 53% de sus ventas, mientras que los snacks aportan el 32%. En Estados Unidos, esta adquisición supone una nueva fuente de crecimiento para la compañía, al reforzar su presencia en esa categoría, informó Kellogg. En un comunicado, su director ejecutivo, John Bryant, señaló que el acuerdo supone también la posibilidad de ampliar el negocio en los países de América latina.

Pringles posicionará a Kellogg como segundo fabricante mundial de snacks salados, con ventas por más de u$s 1.500 millones en 140 países. La compra incluye las dos plantas en el mundo donde se fabrican las papas Pringles, en Tennessee, en Estados unidos, y en Bélgica, además de la plantilla de 1.700 empleados. Es una creación de valor para nuestros accionistas y representa una excelente oportunidad para los empleados de Pringles con una compañía líder en el sector de la alimentación, comentó Robert McDonald, CEO de Procter & Gamble, que controla marcas como Ariel, Braun, Oral B, Pantene, Gillette, Duracell y Pampers, entre muchas otras.

Las empresas esperan que la operación concluya en el primer semestre, cuando reciba la aprobación de las autoridades reguladoras de Estados Unidos.

Procter & Gamble tenía un acuerdo previo para vender la marca a Diamond Foods, de San Francisco, por u$s 1.500 millones, pero la operación no se cerró por acuerdo mutuo por problemas contables de Diamond. Kellogg tiene plantas en 19 países y vende sus productos en más de 180 mercados.