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Abrir una franquicia en la Argentina implica evaluar la inversión, el rubro y la ubicación. Según datos del sector, los modelos de menor desembolso parten desde los u$s 24.900. En el otro extremo, los formatos vinculados al café o al retail superan los u$s 75.000. A estas cifras se suman gastos que muchas veces no aparecen en la propuesta inicial, como el alquiler del local, las reformas edilicias y las habilitaciones municipales.
El canon de ingreso cubre el derecho de uso de la marca, la capacitación del personal y un capital de trabajo para los primeros meses. En la mayoría de los casos también se entregan manuales operativos y se garantiza asistencia, esto busca reducir el margen de error de los nuevos franquiciados.
Los contratos tienen una duración mínima de cuatro años y, en los modelos low cost, suelen renovarse sin costo adicional.
Qué gastos entran en la inversión y cuáles quedan afuera
El fee de ingreso y el traslado del know how están incluidos en la inversión inicial. También se consideran la capacitación del personal, los manuales de operaciones y las campañas de marketing. "El franquiciante transmite todo el sistema probado para que la curva de aprendizaje sea lo más corta posible", señala Marcelo Bernardini, socio fundador de Franquicias Que Crecen y consultor internacional de franquicias.
En cambio, fuera de ese paquete quedan el alquiler del local, las habilitaciones municipales, la contratación de servicios y las refacciones que pueda requerir el espacio elegido.
No todas las franquicias ofrecen un "llave en mano" completo. Carlos Canudas, consultor internacional de franquicias, agrega que "el armado del local se cotiza en metros cuadrados y muchas veces queda a cargo del franquiciado, por eso es importante calcular los costos de obra antes de firmar el contrato". De esta manera, el inversor evita sorpresas en el desembolso final y planifica con mayor seguridad la apertura del negocio.
Costos fijos de la franquicia
Además de la inversión inicial, la mayoría de las franquicias exige un pago mensual por regalías. Ese monto suele representar entre el 3% y el 5% de la facturación y cubre el soporte, la asistencia y la actualización del negocio, según Canudas.
A ese esquema se suma el llamado fee de publicidad, que se destina a campañas de comunicación y al posicionamiento de la marca. "Puede calcularse como un porcentaje de las ventas o establecerse como un monto fijo por mes", detalla el consultor.
En el caso de los formatos low cost, algunas de estas obligaciones están reducidas o incluso bonificadas. "Muchos modelos eliminan regalías o aportes de marketing para facilitar la entrada de nuevos franquiciados", señala Bernardini.
Plazo para recuperar lo invertido
En los modelos de menor costo, suele rondar entre 12 y 18 meses. En cambio, en propuestas más grandes puede extenderse hasta dos años, explica Canudas.
A diferencia de un emprendimiento independiente, el sistema ofrece mayor previsibilidad. Algunas marcas suelen entregar proyecciones de recupero antes de firmar el contrato, lo que ayuda al inversor a proyectar con mayor certeza.
Cuáles son los rubros que ofrecen mayor rentabilidad
La gastronomía se mantiene al frente en cantidad de aperturas. Es un sector de alta rotación y con formatos flexibles, razón por la cual logró sostenerse en el tiempo, explica Marcelo Canudas.
A ese liderazgo se suman las propuestas de belleza y bienestar, impulsadas por la creciente demanda de servicios de estética.
El retail y la indumentaria también aparecen entre los más rentables. "Son modelos estructurados que aseguran ventas estacionales, algo muy valorado por los inversores", remarca Bernardini.
En paralelo, avanzan los servicios educativos y especializados, que requieren de una inversión inicial baja y ofrecen escalabilidad. "Estos segmentos muestran gran adaptación al mercado local y atraen a los inversores más jóvenes", agrega Canudas.
Los sectores que más crecieron en los últimos años
En los últimos años, estética y salud registraron un aumento del 49 % en cantidad de locales, mientras que los servicios crecieron un 39 %. "Son rubros que responden a una demanda cotidiana y con recurrencia", resume Canudas.
La indumentaria y el calzado también mostraron un crecimiento de dos dígitos, mientras que la gastronomía, pese a las dificultades, logró expandirse un 6 %. Para los especialistas, esto confirma su resiliencia como uno de los sectores más sólidos.
"El sistema de franquicias incluye rubros consolidados y segmentos en expansión. Esto hace que siga siendo atractivo incluso con una economía complicada", concluye Bernardini.
Casos de franquicias en la Argentina
En Pizzería Popular, los locales más chicos, pensados solo para delivery o retiro, arrancan alrededor de u$s 50.000. Aquellos con salón para comer en el lugar, que son los que hoy más atraen a los emprendedores, pueden llegar a unos u$s 150.000, incluyendo obras, habilitaciones y equipamiento. El canon de ingreso ya está incluido en ese monto.
Se estima que la inversión se recupera en unos dos años, con una facturación mensual cercana a $80 millones.
Por otro lado, la heladería Colonial requiere un desembolso de u$s 80.000 e incluye apoyo desde la elección del local hasta la apertura. El canon de ingreso es de u$s 10.000 y cubre know how, diseño del local y capacitación del personal. Colonial no cobra regalías, pero sí un aporte publicitario de u$s 70 por mes.
La facturación promedio ronda los $20 millones mensuales, con un margen neto entre 19% y 24%. El retorno de la inversión suele darse entre dos y cuatro años.