La irrupción de la tecnología en el sistema financiero no fue exclusiva del sector bancario, sino una consecuencia que atravesó a todas las industrias a nivel mundial. Es que la tecnología suma eficiencia, simplifica la operación y, cuando hay una estrategia detrás para desarrollarla, se vuelve una opción convincente para los usuarios.

Para Leandro Martínez, subgerente general de Tecnología del Banco Provincia, la irrupción de la digitalización en la industria financiera obligó a las entidades tradicionales a transformarse con rapidez. "Los clientes empezaron a demandar soluciones digitales como si fueran commodities", explicó.

Esta nueva normalidad trajo consigo un desafío doble, expuso el empresario. Por un lado, la banca debió ajustar la arquitectura interna para lograr eficiencia operativa, además de volverse más competitivo.

Por el otro, explicó el desafío de buscar ofrecer una experiencia digital robusta y amigable para el usuario final. En ese equilibrio se mueve la estrategia tecnológica del Banco Provincia, que busca integrar sus sistemas con una lógica de última milla donde el cliente define el canal de interacción.

"Hay operaciones que los usuarios quieren resolver de forma ágil, sin interacción humana. Pero hay otras en las que sí buscan el respaldo y el asesoramiento de la institución", detalló Martínez.

Por eso, expuso que el modelo híbrido es clave. Permite mantener una red física de atención permite ofrecer un diferencial frente a soluciones 100% digitales.

La presencialidad, sostuvo, no desaparece, pero debe transformarse en una opción más. "La diferencia está en estar disponibles cuando el cliente lo necesita", concluye. Además, la posventa sigue siendo fundamental.