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La alimentación juega un papel crucial en la salud, especialmente para quienes viven con diabetes. Es fundamental elegir adecuadamente las bebidas que consumimos, como las aguas frescas, que pueden no ser aptas para el control de la glucosa.

Las aguas frescas son una bebida típica de México, pero no todas son recomendables para quienes deben monitorear sus niveles de azúcar. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) advierte en su guía sobre dietoterapia que ciertas frutas tienen un alto índice glucémico, lo que puede provocar un aumento rápido del azúcar en sangre.

Entre las frutas que deben consumirse con moderación se encuentran la sandía y el tamarindo, que son comunes en estas bebidas. Aunque no están prohibidas, su ingesta debe ser controlada. Las porciones sugeridas son 200 g (1 ½ taza) de sandía y 25 g de tamarindo.

Sin embargo, al preparar aguas frescas, frecuentemente se utilizan cantidades mayores a las recomendadas para realzar el sabor. Además, es habitual añadir azúcar refinada, lo que eleva aún más el índice glucémico de la bebida.

Alternativas saludables para las aguas frescas: cuáles son recomendables

Para quienes buscan opciones más saludables, el IMSS también sugiere frutas con un índice glucémico más bajo. Algunas alternativas son: 15 fresas (188 g), ½ guanábana (158 g), 2 guayabas (118 g) y ½ mango. Estas frutas no solo son sabrosas, sino que también aportan fibra y antioxidantes, ayudando a mantener niveles de azúcar más estables.

Es esencial evitar el azúcar añadido al preparar aguas frescas y seguir las porciones recomendadas por un profesional de la salud.

Además, es recomendable consultar con un nutricionista para personalizar la dieta y asegurar un control adecuado de la diabetes, ya que cada persona puede reaccionar de manera diferente a ciertos alimentos.