Al llegar a los 50 años, los cambios físicos, mentales y en el estilo de vida suelen ser notorios. Para algunas personas, esta etapa puede implicar una reducción en los niveles de energía o el inicio de afecciones crónicas. En esta línea, la ciencia dio a conocer una serie de hábitos que son esenciales para lucir más joven y tener una mejor calidad de vida.
Según informan los expertos, adoptar hábitos saludables tiene beneficios para el bienestar: llevar una dieta equilibrada, dormir adecuadamente, mantenerse en movimiento y atender la salud emocional contribuyen no solo a la prevención de enfermedades, sino también a una mejor autoestima, mayor vitalidad y una vida más larga y satisfactoria.
Numerosos estudios médicos indican que las personas mayores de 50 años que incorporan rutinas saludables pueden reducir el riesgo de padecer enfermedades como diabetes tipo 2, problemas cardiovasculares, osteoporosis y deterioro cognitivo. Asimismo, hacer ejercicio con regularidad y mantener una vida social activa se asocian con una menor incidencia de ansiedad y depresión.
¿Qué pasa después de los 50 años?
Contrario a la creencia popular, la segunda mitad de la vida puede convertirse en un periodo de crecimiento personal y grandes cambios. A partir de los 50 años, muchas personas disponen de más tiempo libre, tienen una visión más clara de sus prioridades y valoran con mayor profundidad el cuidado de su salud física y emocional.
Modificar hábitos en esta etapa no solo es posible, sino que puede tener un impacto aún más valioso en sus vidas. Es frecuente que se despierten nuevas inquietudes: algunas personas descubren aficiones que no habían explorado antes, retoman la educación, emprenden proyectos propios o incorporan rutinas de actividad física que les brindan energía y bienestar.
¿Cómo mantener la salud después de los 50 años?
Incorporar una caminata rápida de apenas diez minutos al día podría ser una de las formas más sencillas y eficaces de mejorar la salud y prolongar la vida después de los 50 años. Así lo señala un estudio reciente de la Universidad de Leicester, en el Reino Unido, que encontró una fuerte relación entre este hábito y una mayor esperanza de vida, especialmente en personas mayores con estilos de vida sedentarios.
El estudio, publicado en la revista Journal of Sport and Health Science, analizó datos de más de 70,000 adultos mayores del Biobank británico, incluyendo 40,953 mujeres con una edad media de 61.9 años y 30,820 hombres con un promedio de 63.1 años.
Los resultados fueron contundentes: sumar solo diez minutos diarios de caminata rápida puede traducirse en un aumento de casi un año en la esperanza de vida.
"Observamos que esta pequeña cantidad de ejercicio se asocia con un incremento promedio de 0.9 años para las mujeres y de 1.4 años para los hombres", explicó Tom Yates, profesor de la Universidad de Leicester y autor principal del estudio.
¿Cuáles son los beneficios de caminar?
Además de contribuir a una vida más larga, caminar con regularidad ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, favorece la función cognitiva y fortalece músculos y huesos. También puede ser un recurso valioso para mejorar el ánimo y reducir el aislamiento social.