

A solo media hora de Guadalajara, en el estado de Jalisco, se esconde un rincón natural ideal para quienes buscan una escapada, desconectarse del bullicio urbano y sumergirse en un entorno tranquilo, rodeado de montañas y vegetación exuberante.
Este sitio es conocido por sus pozas de agua termal de tonalidades turquesa, que no solo invitan a nadar, sino también a disfrutar del canto de las aves y los paisajes que ofrece la barranca de Tonalá.
Aguas termales naturales en medio de la barranca
Las Pilitas de Quintero, también conocidas por algunos como Las Pilitas de George, son un conjunto de pozas naturales alimentadas por aguas termales que brotan entre las rocas de la barranca de Tonalá. Este paraje destaca por el tono turquesa de sus albercas naturales, enmarcadas por formaciones rocosas y una vista privilegiada a las montañas.

El sitio, que ha ganado popularidad por ser una escapada económica y cercana a Guadalajara, no cuenta con servicios turísticos formales, lo que mantiene su ambiente rústico y casi virgen. Las entradas son accesibles: en 2025, el costo es de 60 pesos por adulto y 40 pesos para niñas y niños de 6 a 12 años. Además, el horario de visita es de 8:00 a 18:00 horas, y se permite acampar por una cuota adicional.
El acceso a Las Pilitas requiere llegar en automóvil hasta el punto indicado en el mapa. Desde ahí, se debe seguir un sendero que lleva al "Estacionamiento Las Pilitas". A partir de ese punto comienza un descenso a pie por un camino empedrado y rocoso, de dificultad media. Por ello, se recomienda llevar calzado adecuado, agua suficiente y todo lo necesario para pasar el día, ya que no hay venta de alimentos ni tiendas en el lugar.
Balneario natural con fauna silvestre y pozas profundas
Este balneario natural es también un refugio para la biodiversidad. Durante la visita es común observar aves como guacamayas, chachalacas, tecolotes y aves del paraíso, además de otros animales silvestres como tejones y venados. Este contacto con la fauna local añade un toque especial a la experiencia, ideal para quienes disfrutan del ecoturismo.
Las pozas varían en profundidad, por lo que se recomienda nadar con precaución, especialmente si se acude con menores de edad. Aunque el sitio no es adecuado para personas con movilidad limitada o niños muy pequeños debido a la dificultad del acceso, representa una opción muy atractiva para quienes buscan un destino accesible, natural y diferente cerca de la ciudad.













