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El precio del espectro radioeléctrico en México ha dejado más dudas que claridades y expertos de la industria aseguran que en el fondo, las autoridades harán todo lo posible por demostrar que el costo de este bien público es competitivo a nivel global, aunque la realidad sea diferente.
En días recientes, la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones (CRT), creada recientemente, señaló que el costo del espectro del país está 7% por debajo del promedio en el mundo.
Pero lo dicho en su boletín no está acorde con los hechos, según analistas del sector.
En entrevista con El Cronista, Ernesto Piedras, director general de Competitive Intelligence Unit (CIU) señaló que “quien claramente manda es la Secretaria de Hacienda que necesita cobrar dinero“, es decir, que la política pública de rentar, subastar o concesionar el espectro radioeléctrico es más recaudatoria o política que técnica o de inclusión digital.
Usar a las concesiones públicas para recaudar recursos no es nada nuevo, refiere.
“Eso viene desde la administración de Vicente Fox (...) quien incluso le clavó los dientes con el IEPS”.
Para el especialista, esa medida de gravar las telecomunicaciones con un impuesto que se carga a los productos, servicios o bienes considerados de lujo es una muestra de discrepancia del gobierno, pues las telecomunicaciones deben ser consideradas un recurso básico.
“Se trata de un derecho esencial para el ciudadano y te lo gravan como un recurso de lujo”, dijo el director del CIU.
“Resulta que cuando haces la aritmética fiscal somos el espectro más caro del mundo por más que nos quieran hacer cuentas mágicas. La aritmética sale muy cara”.
Ondas onerosas
En el mismo sentido señaló el exencargado de coordinar la conectividad móvil en América Latina y El Caribe para el organismo 5G Americas, José Otero, que afirma que “con los últimos presidentes de la Cofetel hasta todos los comisionados presidentes del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y todos los comisionados en los últimos 20 años, el precio del espectro radioeléctrico en México es oneroso y no corresponde a la realidad del mercado”.
Piedras remata: “Si el costeo del espectro como está en México fuera tan accesible, ¿por qué nadie le entra a comprarla? ¿Por qué se están yendo todos?”
El especialista se refiere a la transición del modelo de negocios de algunos operadores que de plano remataron sus asignaciones de espectro, lo que ha reconfigurado las dimensiones del mercado.
En esta situación se inscribe el fortalecimiento de los llamados operadores móviles virtuales (o OMVS, que rentan el espectro a empresas que lo tienen de sobra), como Bait, izzy móvil, PilloFon o MAzTiempo.
En ese mismo esquema se mueve Movistar, que devolvió su espectro al IFT y acordó rentarlo a AT&T por lo menos hasta 2030, convirtiéndose, de facto, en un OMVS.
Ambos analistas coincidieron en que, de no impulsar un costo competitivo los operadores simplemente no invertirán en nuevas tecnologías, que podrían ser ventajas del país ante otros territorios.
Según la CRT, con la Ley Federal de Derechos que está por publicarse en el Diario Oficial de la Federación (DOF), bajarán los precios del espectro radioeléctrico en 2026, pues incluirán descuentos de hasta el 50%. Los analistas insisten que aún así no se tiene certeza del costo final real.
También, en el boletín, la nueva autoridad (que reemplaza al IFT) agregó que habría una consulta pública, aunque solo quedan días para que se publique la ley en el DOF en este año.
Un espectro nada claro
El espectro radioeléctrico es utilizado por los operadores (o carriers) para ofrecer servicios de telefonía celular.
De acuerdo con el gobierno mexicano, El espectro radioeléctrico es un recurso natural limitado y de alta demanda, fundamental en materia de telecomunicaciones inalámbricas.
En los últimos años, gracias a las concesiones de este espectro, ha sido posible transitar a nuevas tecnologías como la 5G (realmente 4.5G) que es más veloz. Sin embargo, la concesión a un precio competitivo es solo un elemento que permite la evolución de los servicios. También están involucrados los OEM (fabricantes de los dispositivos), los dueños de las torres (muchas veces, son los mismos operadores), los reguladores (ahora, la CRT) y los consumidores.