

En los últimos días, Intercam, CIBanco y la casa de bolsa Vector comenzaron a sufrir una fuga de capitales silenciosa pero devastadora. Empresarios, fondos y pequeños ahorristas están cerrando cuentas bancarias, congelando operaciones y mudando su dinero a entidades no afectadas.
¿El detonante? El Departamento del Tesoro de Estados Unidos los acusó de haber facilitado el lavado de dinero proveniente del narcotráfico y los incluyó en su temida Lista de Nacionales Especialmente Designados (SDN), gestionada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC).

¿Qué implica estar en la Lista OFAC?
La inclusión en la SDN no es una sanción simbólica: bloquea de inmediato todas las relaciones con personas o empresas estadounidenses, congela activos en Estados Unidos y convierte en "tóxico" cualquier vínculo financiero internacional.
Esto afecta de forma directa la capacidad de estas instituciones para operar en mercados globales, recibir o emitir transferencias en dólares, usar corresponsales bancarios, obtener fondeo en el exterior y hasta hacer transacciones básicas vía SWIFT.
¿Qué está pasando con los clientes?
Desde grandes firmas con operaciones transfronterizas hasta ciudadanos que usan estos bancos como su entidad principal, el impacto es inmediato. Muchos están cerrando cuentas, deteniendo pagos, retirando fondos en pesos o dólares y mudando inversiones a bancos no sancionados.
En redes sociales, las quejas ya se multiplican: demoras en la atención, incertidumbre sobre los fondos, y, sobre todo, falta de comunicación clara por parte de las entidades afectadas.
¿Y el gobierno mexicano?
Desde la Secretaría de Hacienda, el titular Edgar Amador Zamora reconoció que estas instituciones "ya tenían problemas de fondeo y cumplimiento" antes de la intervención estadounidense, pero buscó evitar un efecto dominó.
Sin embargo, no se activó hasta ahora ninguna protección oficial al ahorrista, ni se establecieron mecanismos de compensación.
¿Pueden quebrar?
Por ahora, ni Intercam ni CIBanco ni Vector están técnicamente en insolvencia. Pero la pérdida de acceso a sistemas internacionales clave, la fuga de depósitos y la erosión de su red de corresponsales podría dejarlas sin margen de maniobra en pocas semanas si no logran revertir las sanciones o reestructurar su modelo operativo.
¿Qué deben hacer los clientes ahora?
Consultar con asesores legales y financieros para evaluar su exposición.
Evitar operaciones internacionales desde o hacia estos bancos.
Solicitar toda la documentación y contratos por escrito.
Retirar fondos si existe posibilidad de afectación directa.
Seguir de cerca los comunicados de OFAC, CNBV y las propias entidades.















