

Las cuentas inhabilitadas en las Afores casi se duplicaron en un año. Entre noviembre de 2024 y noviembre de 2025, el número pasó de 2 millones 780 mil 568 a 5 millones 516 mil 300 cuentas, un incremento de 98.4%, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
El dato contrasta con el tamaño total del sistema, que ya suma 76.1 millones de cuentas, y muestra que una parte relevante del ahorro para el retiro corresponde a registros inactivos, no identificados o sin un proceso formal de reclamación por parte de los trabajadores.
“Son demasiadas cuentas y por eso el número total parece tan grande. No todas están activas: ahí se incluyen cuentas inhabilitadas, inactivas, duplicadas o sin un propietario identificado”, explicó Moisés Pérez Peñaloza, experto en pensiones y fundador de Yo Jubilado.
¿Qué es una cuenta inhabilitada en las Afores?
Las cuentas inhabilitadas (también identificadas como inactivas en algunos reportes) son aquellas que dejaron de recibir aportaciones patronales durante al menos seis bimestres consecutivos y cuyos titulares no han solicitado el retiro de sus recursos.
Esto ocurre cuando el trabajador alcanza los 70 años en el régimen del IMSS (75 en el ISSSTE), pasa a la informalidad, fallece sin que se haya realizado el trámite correspondiente o nunca formalizó la elección de su Afore.
En estos casos, los recursos pueden ser transferidos al Fondo de Pensiones para el Bienestar; sin embargo, el dinero no se pierde. El trabajador o sus beneficiarios pueden reclamarlo en cualquier momento a través de las ventanillas del IMSS, ISSSTE o Infonavit, una vez que acrediten la propiedad de la cuenta.
Más que un deterioro repentino del sistema, el fuerte aumento en las cuentas inhabilitadas apunta a una depuración más profunda de la información.
“Yo no encuentro una razón para que hayan crecido casi 50% o más en un solo año. Más bien lo que estamos viendo son datos más depurados y números más reales de lo que existe en las Afores”, señaló Pérez Peñaloza.
El especialista explicó que uno de los detonantes de este proceso es la entrada en vigor del Fondo de Pensiones para el Bienestar, que generó un incentivo para revisar con mayor detalle el estatus de las cuentas.
“A raíz de este esquema empezaron a revisar qué cuentas son activas, cuáles no y cuáles no tienen datos completos. Había millones de cuentas no asignadas, de personas que fallecieron, duplicaron registros o nunca concluyeron el trámite”, dijo.
De acuerdo con estimaciones previas citadas por el experto, en el sistema existían alrededor de 10 millones de cuentas sin asignar, muchas de ellas con aportaciones realizadas por los patrones, pero sin que el trabajador hubiera elegido Afore o formalizado su registro.
“Estamos viendo un reordenamiento del sistema. Quizá en 2024 la información era parcial y ahora se está acercando más a la realidad de lo que hay en el ahorro para el retiro”, concluyó.














