La presidenta Claudia Sheinbaum ha puesto el foco en la mesa de negociación entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y su sindicato, y ha reconocido que permanece activa la discusión sobre el esquema de pensiones de la empresa.
Desde Palacio Nacional, la mandataria ha señalado que algunas jubilaciones, especialmente las de trabajadores de confianza, representan un gasto desproporcionado que pone en jaque las finanzas de la petrolera estatal.
Con un gasto anual de aproximadamente 90 mil millones de pesos en pensiones, el Gobierno busca medidas para aliviar esta carga sin vulnerar los derechos laborales.
Sheinbaum recortará las pensiones de trabajadores de Pemex
Este gasto elevado se debe, en parte, a esquemas heredados de administraciones pasadas, que han sido criticados por su falta de sostenibilidad y transparencia. Sheinbaum ha sido contundente al respecto, y aseguró que su administración revisará "incluso las pensiones más altas".
"Estamos revisando incluso las pensiones más altas, ahí les vamos a dar algunas sorpresas porque hay pensiones muy exageradas", advirtió la presidenta. Esta postura refleja una búsqueda de austeridad y eficiencia que se alinea con la política de su gobierno, con la mira en modernizar una de las empresas más estratégicas del país y hacerla financieramente más viable.
Claudia Sheinbaum busca recortar las jubilaciones de Pemex
El problema de las pensiones no es nuevo para Pemex. Históricamente, ha sido uno de los mayores desafíos financieros, con un pasivo laboral que supera los 1.3 billones de pesos. Este monumental monto, en gran parte acumulado por compromisos de jubilaciones y prestaciones, ha ejercido una presión constante sobre el presupuesto operativo de la empresa.
Analistas y expertos en finanzas públicas y energía coinciden en que una reestructuración de este esquema es fundamental para liberar recursos y permitir a Pemex enfrentar otros compromisos críticos, como la inversión en producción y la sostenibilidad ambiental.
Aunque aún no se han revelado detalles específicos de los cambios que se podrían implementar, fuentes cercanas a las negociaciones sugieren que se están evaluando escenarios de transición gradual para futuras jubilaciones.
Se contempla también una revisión de las pensiones más altas, aquellas que no se ajustan a las nuevas políticas de austeridad. Esta medida, además, se enmarca en un contexto de cambio legislativo, ya que la petrolera se transforma a partir de la nueva Ley de Empresas Públicas del Estado, lo que redefine su marco de operación y su relación con el gobierno federal.