El mercado bursátil mexicano sigue el camino hacia la modernización financiera. Este miércoles (noviembre 26), el Grupo Bolsa Mexicana de Valores (BMV) puso en marcha la Contraparte Central de Valores (CCV) para el segmento de Deuda, una infraestructura estándar utilizada en economías desarrolladas que busca reducir riesgos, mejorar la eficiencia operativa y sentar las bases para un mercado más electrónico y competitivo.
“Romper el status quo es complicado, pero los mercados necesitan ser más eficientes y ser electrónicos”, dijo a El Cronista Jiyouji Ueda, director ejecutivo de Contrapartes Centrales.
En entrevista, el directivo explicó que esta actualización llega al mercado tras décadas de operar de forma bilateral y por voz; la nueva plataforma permitirá transacciones más seguras y con menores costos operativos.
¿Qué implica una contraparte central?
Bajo el modelo actual, cada operación se pacta directamente entre comprador y vendedor, con riesgo de incumplimiento. Ahora, la CCV de Deuda se interpone entre ambas partes y garantiza la compensación y liquidación.
“El papel fundamental de la CCV es ponerse en medio entre el comprador y el vendedor, garantizando que las liquidaciones ocurran en tiempo y forma”, explicó Ueda. Esto concentra y gestiona el riesgo de forma más eficiente.
De acuerdo con el directivo, también habilita el neteo multilateral, que libera liquidez y reduce sustancialmente los montos a liquidar.
Según simulaciones del Grupo BMV, si el mercado operara MXN $125,000 millones diarios, la CCV de Deuda permitiría dejar en neto cerca del 85%, liquidando solo MXN $13,000 millones.
El desafío de modernizar el mercado e igualar condiciones
Para Ueda, uno de los objetivos centrales es acelerar la ‘electronificación’. Explicó que, actualmente, gran parte de la operación de bonos gubernamentales todavía se realiza por teléfono.
“Estamos 20 años atrás”, reconoció. Por ello, la contraparte central es el primer paso para igualar condiciones operativas entre instituciones grandes y pequeñas y mejorar la formación de precios.
Etapas de implementación
La hoja de ruta contempla cuatro fases, de acuerdo con el entrevistado:
- Fase 1 (noviembre 2025): Bonos M.
- Fase 2 (2026): Cetes, Udibonos y revisables.
- Fase 3: Mercado de reportos gubernamentales.
- Fase 4: Préstamo de valores y acceso directo por cliente.
Las primeras operaciones en la CCV Deuda fueron concretadas por Banorte, Scotiabank, Invex y Bankaool, y los brokers SIF ICAP y Enlace
¿Cuándo se verán resultados?
Jiyouji Ueda reconoce que la implementación de nuevos procesos genera expectativas, pero como todo, requiere tiempo, por lo que detalló que el impacto de la CCV de Deuda será gradual.
“Los comparativos suelen hacerse a cinco años”, dijo. En otras jurisdicciones, explicó el directivo, la combinación de contraparte central y mercados electrónicos ha multiplicado el volumen hasta por siete.
“Esto le da seguridad, confianza y estabilidad al mercado de valores en México”, concluyó.
La entrada en operación de la CCV Deuda, impulsada por Grupo BMV, también contó con la colaboración y coordinación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el Banco de México y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Con ella, México se suma a Japón, Estados Unidos e Inglaterra, donde forman parte esencial de la infraestructura financiera.
Aunque en Estados Unidos la liquidación centralizada será obligatoria para los bonos del tesoro a partir del próximo año, en México la adopción será voluntaria.