

Dentro del mundo espiritual, los cristales son mucho más que objetos preciosos con los que pueden elaborarse joyas, pues se los entiende como una suerte de talismanes que, según su tipo y propiedades, pueden cumplir diversas funciones que implican desde la protección energética hasta la manifestación de abundancia.
En ese sentido, para conservar sus atributos, los expertos aseguran que es necesario realizar ciertas limpiezas o "recargas energéticas" y es aquí cuando la luz de luna cumple un rol crucial, por lo que conocer cómo revitalizar estas herramientas correctamente resulta sumamente beneficioso para aprovechar su poder.
Cuáles son los cristales más elegidos para limpiar energías
Al elegir un cristal, es importante tomar en consideración que sus efectos pueden variar en función de la forma, color y lo que representa, pues ante todo, se trata de objetos vinculados de manera directa con la naturaleza. Así, algunos de los más elegidos son
- Citrino: purificación, protección
- Turquesa: memoria
- Amatista: protección, mutación de energías
- Piedra de luna: estabilización energética
Para utilizar estos cristales basta simplemente con tenerlos cerca tuyo. Existen quienes optan por utilizarlos a modo de joya, quienes los transportan consigo y los varían en función de sus propiedades y quienes los colocan en puntos estratégicos dentro de su hogar para purificar el ambiente.

Cómo deben limpiarse los cristales con luz de luna
Como mencionamos, la limpieza de los cristales resulta fundamental porque estos acumulan la energía de las personas o ambientes en los que han estado.
Una de las técnicas más recomendadas para la purificación consiste en sumergir los cristales en agua, añadir sal marina y dejarlas reposar a la intemperie durante una noche completa bajo la luz de la luna llena. Este ritual es considerado una de las limpiezas energéticas más poderosas.
Al otro día, es importante lavar los cristales y colocarlos al sol, preferentemente el de mediodía, para que en su pureza extrema y sin reminiscencias de sal, se carguen con energía positiva.
Otras técnicas efectivas para la limpieza de tus cristales
Si no quieres esperar a la luna llena, existen otros métodos naturales para realizar limpiezas, por ejemplo, aprovechar el agua de lluvia para lavarlas y luego dejarlas reposar en el mismo recipiente hasta que salga el sol, para poder utilizarlas posteriormente.
Otra manera efectiva es enterrar los cristales en el jardín, dejarlos cubiertos de tierra por tres días y luego lavarlos con agua tibia, para que absorban toda la energía natural posible.















