Evangelio del día: esta es la lectura de la Biblia para el jueves 8 de agosto
Para empezar tu jornada con la dirección divina, descubre cuáles son los pasajes bíblicos para este jueves.
Para que los creyentes tengan al alcance de la mano la palabra de Dios, el Vaticano compartió este jueves 8 de agosto del 2024 en su página web oficial algunos versículos de la Biblia con la reflexión del jefe de la Iglesia Católica, el papa Francisco.
El santo pontífice Jorge Mario Bergoglio realiza dicha lectura bíblica de forma diaria para que también sea compartida en las misas que se celebran durante todos los días de la semana.
Los versículos bíblicos para este jueves 8 de agosto
Aunque la Sagrada Escritura tenga una antigüedad considerable, el mensaje de Dios siempre ofrece apoyo y orientación para nuestro día a día. Por tanto, es fundamental recordar los siguientes pasajes de Jeremías:
Lectura del profeta Jeremías
Jer 31, 31-34
"Se acerca el tiempo, dice el Señor,
en que haré con la casa de Israel
y la casa de Judá una alianza nueva.
No será como la alianza que hice con los padres de ustedes,
cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto.
Ellos rompieron mi alianza
y yo tuve que hacer un escarmiento con ellos.
Ésta será la alianza nueva
que voy a hacer con la casa de Israel:
Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente
y voy a grabarla en sus corazones.
Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Ya nadie tendrá que instruir a su prójimo ni a su hermano,
diciéndole: 'Conoce al Señor',
porque todos me van a conocer,
desde el más pequeño hasta el mayor de todos,
cuando yo les perdone sus culpas
y olvide para siempre sus pecados".
Los versículos de la Biblia para este jueves 8 de agosto
Lectura del santo evangelio según san Mateo
Mt 16, 13-23
En aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?" Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas".
Luego les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".
Jesús le dijo entonces: "¡Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre, que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo". Y les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
A partir de entonces, comenzó Jesús a anunciar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén para padecer allí mucho de parte de los ancianos, de los sumos sacerdotes y de los escribas; que tenía que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y trató de disuadirlo, diciéndole: "No lo permita Dios, Señor. Eso no te puede suceder a ti". Pero Jesús se volvió a Pedro y le dijo: "¡Apártate de mí, Satanás y no intentes hacerme tropezar en mi camino, porque tu modo de pensar no es el de Dios, sino el de los hombres!"
La palabra del papa Francisco para el jueves 8 de agosto
El papa Francisco interpreta la figura de Jesús como un Dios cercano y presente en nuestras vidas. No se trata de un personaje histórico lejano, sino de alguien que está vivo y que nos acompaña en nuestro camino. Jesús nos ofrece su Palabra y su gracia para iluminarnos y reconfortarnos en nuestras dificultades.
El papa destaca que Jesús no es solo un recuerdo del pasado, sino el Cristo, el Mesías esperado. No es un héroe difunto, sino el Hijo de Dios vivo que se hizo hombre para compartir nuestras alegrías y fatigas. Jesús está con nosotros en los senderos más difíciles y en las ascensiones más impracticables, guiándonos y acompañándonos como hizo con Pedro y los demás discípulos.
En resumen, el papa Francisco enfatiza que Jesús no quiere ser un protagonista de la historia, sino protagonista de nuestro presente. Jesús está vivo y nos acompaña en la Iglesia y en el mundo, ofreciéndonos su Palabra y su gracia. No estamos solos en el camino de la vida, porque Cristo está con nosotros, ayudándonos a caminar y compartiendo nuestras alegrías y fatigas.