

La ciencia ha vuelto a sorprender: por primera vez, un restaurante en Estados Unidos comenzó a servir salmón cultivado en un laboratorio, sin necesidad de pescarlo ni criarlo en granjas acuícolas.
El producto fue desarrollado por la empresa Wildtype, y representa un hito en la industria de los alimentos sostenibles.
Este avance no solo busca reducir elimpacto ambiental de la pesca intensiva, sino también, ofrecer una opción más ética para el consumo de proteínas animales. Con el respaldo de autoridades sanitarias y un creciente interés global, el salmón de laboratorio podría marcar el inicio de una nueva era gastronómica: la de la ciencia comestible.
Crean el primer salmón cultivado en un laboratorio
A diferencia de los productos a base de plantas, también conocidos como plant-based, el salmón cultivado en laboratorio es carne real que proviene de células musculares extraídas de peces. Estas se alimentan en biorreactores especiales que simulan las condiciones del cuerpo del animal, permitiendo que crezcan y se conviertan en filetes comestibles.
Wildtype asegura que su producto tiene el mismo sabor, textura y valor nutricional que el salmón tradicional, pero sin contaminantes como microplásticos o mercurio. Además, el proceso de producción es altamente controlado, y genera una huella ambiental mucho menor.

Aunque por ahora la producción es limitada y posee un costo elevado, el objetivo de la empresa es mejorar poco a poco la producción para ofrecer una alternativa accesible a gran escala en los próximos años.
Dónde se sirve este salmón y qué impacto podría tener en la industria alimentaria
El primer restaurante en ofrecer este salmón cultivado se encuentra en Portland, Oregon. Se trata de Kann, un exclusivo restaurante haitiano dirigido por el chef Gregory Gourdet.
La aprobación regulatoria de la FDA fue clave para este lanzamiento, y abre la puerta a que más empresas sigan este camino y expandan el producto a otras ciudades de Estados Unidos.
Si la aceptación del público es favorable, este tipo de alimentos podría cambiar la industria pesquera global, reducir la presión sobre los océanos y brindar seguridad alimentaria en regiones con escasos recursos marinos.
Además, expertos señalan que los productos cultivados en laboratorio pueden ayudar a combatir el cambio climático, al reducir las emisiones asociadas a la pesca y acuicultura industrial. Con este primer paso, el salmón de laboratorio podría marcar el inicio de una nueva era gastronómica.
¿Será este el futuro de la industria alimenticia?
Si bien hoy el consumo de salmón cultivado está limitado a unos pocos restaurantes en Estados Unidos, las proyecciones apuntan a una expansión progresiva hacia supermercados y otras cadenas de alimentos en el futuro.
Si se logran estos objetivos, países como México y otras regiones de América Latina podrían acceder a este tipo de alimentos en menos de una década. Esto permitiría ofrecer proteínas de alta calidad a poblaciones que hoy enfrentan limitaciones económicas o ambientales.














