

La presidenta Claudia Sheinbaum ha prometido la implementación de la reducción de la jornada laboral en México hacia el 2030, sin embargo, su proyecto de reforma constitucional aún no fue presentado ante el Congresode la Unión para comenzar el proceso legislativo de su aplicación.
México es uno de los países en la región con mayor carga horaria laboral. Esta rige desde la promulgación de la Constitución de 1917, el cual establece jornadas máximas de hasta 48 horas laborales a la semana, lo que se traduce en seis días de trabajo por uno de descanso estipulado en el Artículo 123, el mismo que ha sido la base de la legislación del país por más de 100 años.
Pese a que el Gobierno se ha comprometido en la implementación gradual de una jornada de trabajo más reducida, la esperanza de una aplicación real en el país se disipa atravesada por "una cultura de acoso y explotación al trabajador" que rige en México, según la licenciada en Recursos Humanos Alma Paz, conocida en X como "La de RH", en comunicación con El Cronista.
¿Adiós a la reducción de la jornada laboral en México?
De acuerdo a las declaraciones de Sheinbaum, la reducción de la jornada laboral sería un hecho a partir del 2026, cuando el esquema de trabajo comenzará un recorte escalonado de dos horas por año. Ante este diagrama, Paz advierte: "Si se implementa de manera gradual las empresas no lo van a cumplir, se va a olvidar, se va a volver letra muerta".

"Hay presiones a los trabajadores por parte de los empleadores porque se queden media hora más, o de 'ponerse la camiseta', sino toman represalias como no tomar consideración de aumento de sueldo o revisar los contratos permanentes", ha detallado la experta en el área quien se dedica a recursos humanos desde hace 15 años, de los cuales siete en forma autónoma.
Es por ello que los asalariados exigen que la implementación de la jornada laboral de hasta 40 horas semanales sea inmediata. En este sentido, existe vigente una propuesta presentada ante el Congreso en 2022 por la diputada Susana Prieto Terrazas que fue tratada en la Comisión Constitucional de la Cámara de Diputados durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador.
Cuando una iniciativa pasa por la Comisión correspondiente se convierte en "dictamen" y de ahí se tiene que discutir en el Pleno. Sin embargo, desde entonces el proyecto de la diputada no volvió a avanzar en el plano legislativo, sino que fue "archivada", denuncia Paz a este medio.
Cuáles son las ventajas a la reducción de la jornada laboral
En caso de implementarse la reducción de la jornada laboral significaría un día más de descanso para los trabajadores. El esquema ideal de trabajo se repartiría en: cinco días de trabajo de 8 horas de lunes a viernes por sábados y domingos de descanso. Este escenario permite un esquema de mayor tiempo libre y beneficiaría la salud mental de los empleados.
"Cuando llegas a una empresa y te dicen el horario una de las frases más repetidas es: 'acá tenemos horario de entrada, pero no tenemos de salida'", Alma Paz licenciada en Recursos Humanos.
Con el esquema actual -vigente hace más de 100 años- "hay trabajadores que hacen dos o tres horas de traslados, y llegan a su casa las once de la noche para volver a salir a las cinco de la mañana", asegura la especialista. Y advierte: "Tenemos el, burn out como una enfermedad laboral".
Incluso, mayor tiempo libre disponible implica a su vez una reactivación en las actividades de consumo, dispersión, salidas culturas, lo que impulsa áreas estrategias de la economía del país. "No queremos trabajar menos horas, queremos descansar un día más. Un día más de descanso también reactiva el consumo, apoya el sector turístico y de servicios", reconoce Paz.
Empresas se oponen a la reducción de la jornada laboral
Una de las mayores presiones ante un horario de trabajo reducido proviene del sector empresarial. Según la licenciada, "el empresario mexicano está acostumbrado a ganar mucho y pagar poco. El trabajo en México es de máximo 48 horas y si se necesita más, son horas extras que nunca se pagan".

En ese sentido denuncia que los empresarios "quieren maximizar ganancias a toda costa. En México el 70% de las ganancias van al bolsillo de los socios, y solo el 30% al trabajador que es el más trabaja y al que menos le pagan".
Al mismo tiempo, señala que "las empresas tiene que estar preparadas para asumir estas modificaciones para evitar las quiebras y despidos, tuvieron más de 100 años para prepararse. Las empresas que quiebran no están listas para ser empresas".














