

Debra Kilgore decidió dar un giro radical a su vida luego de la muerte de sus dos hijos. Jubilada y con 63 años, vendió todo lo que poseía y compró una habitación de 1.9 millones de dólares en un crucero para recorrer el mundo sola y hacerse de nuevos afectos. Y como si la decisión no fuera de por sí llamativa, hay otro dato aún más elocuente: la embarcación zarpará recién en 2027.
Por excéntrica que parezca, la idea convenció a Debra, esta mujer originaria de Parker, Arizona, que vio en este crucero la posibilidad de convertir el dolor en fortaleza e imponerse este nuevo desafío.
Cómo será el nuevo hogar de Debra Kilgore en el crucero

Habitación y baño. Nada más. Sin embargo, la nueva vida de Debra Kilgore estará rodeada de lujos. El camarote pertenece al MV Narrative Storylines, un crucero que se creó con el objetivo de convertirse en el hogar flotante de cientos de personas desde 2027, cuando se haga a la mar.
La cabina RU-3 que compró Debra se ubica en el camarote 12 del crucero. Y si bien el espacio es reducido, ella asegura que el resto de las comodidades del crucero compensa lo limitado del lugar. "Puedes ir donde quieras, sin preocuparte de lo que quiera hacer el resto. Tienes la posibilidad de elegir si quieres estar o no con los demás", sostuvo en declaraciones al Daily Mail.
Lo cierto es que el crucero no es un crucero turístico tradicional. El MV Narrative Storylines es en realidad una comunidad flotante de lujo con cuotas anuales de 68 mil y 245 mil dólares con los que los residentes cubren todos sus gastos: alimentación, limpieza, actividades, mantenimiento, servicios de habitación y acceso a instalaciones deportivas.
Otro punto curioso del crucero es que no cuenta con un itinerario fijo impuesto por la naviera. Por el contrario, los propios residentes eligen hacia dónde y cómo quieren viajar. Esta flexibilidad es parte del atractivo que llevó a esta excéntrica jubilada a embarcarse en esta decisión.
La habitación en un crucero: una nueva vida

Para Debra, el crucero no será simplemente su nuevo hogar sino la posibilidad de darse una segunda oportunidad para ser feliz. "Deseo que la gente que conozca pueda convertirse en mi familia", sostuvo. Y por eso mismo sabe que depende mucho de cómo serán sus compañeros de viaje: "Lo único que haría que vendiera mi cabina sería la antipatía de mis compañeros de viaje".
"Deseo una vida tranquila y la oportunidad de empezar de nuevo", sostuvo esta jubilada a la que la vida golpeó con fuerzas. Ella sin embargo, decidió enfrentar un nuevo desafío en donde más allá del lujo, una nueva forma de vida se abre ante sus ojos.













