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El 8 de marzo de 2025 el mundo conoció al Papa León XIV luego de haber sido elegido como sucesor de San Pedro tras la muerte del papa Francisco. Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el nuevo Santo Padre envió su mensaje de paz y agradecimiento al mundo luego de que se haya anunciado las tan anheladas palabras "Habemus Papam".
En su pecho, el papa León XIV lleva un crucifijo que alberga historia, pero también está impregnado de misterio y de tragedia. El día que el cardenal Robert Prevost se consagró como nuevo Santo Padre, eligió presentarse al mundo con esta cruz en el pecho. ¿Qué significado tiene y qué mensaje le está dando al mundo? aquí te lo contamos.
La cruz sagrada del papa León XIV: el mártir que esconde
El sitio web Infonatica hizo eco de la curiosidad sobre el relicario que el papa Francisco lleva en su pecho, el cual, según la fuente, no quiso cambiar al momento de mostrarse al mundo como nuevo Papa, esto se debió a que en ella hay símbolos que son una conexión o un "puente" entre el pasado, el presente y el futuro.
La cruz tiene la reliquia de San Agustín, patrón de la órden del papa León XIV, Santa Mónica y la del obispo y beato Anselmo Polanco quien fue asesinado y martirizado en Teruel, España, en 1939.
¿Quién le regaló la cruz que el papa León XIV lleva en su pecho con tanto amor?
La cruz pectoral con la que el cardenal entró al cónclave 2025 y con la que eligió salir al mundo como Papa León XIV, fue un regalo del Postulador General de la Orden de San Agustín, P. Josef Sciberras OSA, como celebración por su nombramiento como cardenal por el papa Francisco en el 2023.
"El lema episcopal del cardenal Robert Francis Prevost, ahora Papa León XIV, resuena hoy como una llamada urgente a la Iglesia: "In Illo uno unum" , es decir, " En uno (Cristo) somos uno " , expresión tomada de la Exposición sobre el Salmo 127 de San Agustín.", resalta la fuente.
¿Quién fue Anselmo Polanco, el obispo mártir que hoy sirve como guía espiritual al papa León XIV?
Anselmo Polanco fue un obispo agustino que, en plena Guerra Civil Española, eligió quedarse con su pueblo en lugar de huir. Nombrado obispo de Teruel en 1935, advirtió sobre los tiempos difíciles que se avecinaban entre fe y marxismo.
Durante el asedio republicano fue capturado, encarcelado y finalmente fusilado en 1939 en Pont de Molins. Sus verdugos lo quemaron tras matarlo. Hoy, sus restos descansan en la catedral de Teruel y la Iglesia lo honra como mártir.
Su valentía y fidelidad inspiran al papa León XIV, también agustino, quien lo toma como guía espiritual en su pontificado. El testimonio de Polanco invita a los fieles a redescubrir la fuerza de la fe frente a la persecución y el odio y hoy toman centralidad por haber sido parte de la orden agustiniana a la cual pertenece el papa León XIV.
