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Poco se habla de ello, pero existe una alianza mundial cuasi secreta que, sin mostrar fuerzas militares ni realizar maniobras bélicas, funciona como el principal escudo frente a una posible Tercera Guerra Mundial de carácter nuclear.

Desde su entrada en vigor en 1970, el TNP ha funcionado como una especie de "pacto de contención" entre los Estados con y sin armas nucleares. Los países que no poseen este tipo de armamento se comprometen a no fabricarlo ni adquirirlo, mientras que los que sí lo tienen -Rusia, EE.UU., China, Francia y Reino Unido- se obligan a no transferir tecnología ni fomentar su proliferación.

Se trata del Tratado de No Proliferación Nuclear, TNP, un acuerdo que ha reunido a 191 naciones con un propósito compartido: impedir que el mundo reviva el horror de una tragedia atómica. Esta red global simboliza el mayor esfuerzo conjunto por frenar una amenaza irreversible.

Como señala el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), encargado de verificar estos compromisos: "La finalidad es impedir que la energía nuclear se desvíe de usos pacíficos hacia armas nucleares u otros dispositivos explosivos".

Un acuerdo que va más allá de ideologías y fronteras geopolíticas

El TNP no es únicamente un acuerdo técnico, sino que también representa un ejemplo de cómo la diplomacia puede trascender rivalidades históricas.

En el contexto de la Guerra Fría, potencias en conflicto como Estados Unidos y la entonces Unión Soviética suscribieron el tratado, convencidas de que un enfrentamiento nuclear sería un suicidio compartido.

Este pacto, que se mantiene vigente, fue prorrogado indefinidamente en 1995. A pesar de las tensiones globales, 182 Estados no poseedores de armas nucleares han establecido acuerdos de verificación con el OIEA, según datos actualizados al 3 de mayo de 2023.

El artículo IV del TNP también incluye una dimensión positiva: promover los usos pacíficos de la energía nuclear. En este sentido, el OIEA colabora activamente con los Estados para asegurar que la tecnología nuclear se utilice en beneficio de la humanidad, especialmente en áreas como salud, agricultura y manejo de recursos hídricos.

"Mediante sus actividades, el OIEA presta apoyo a sus Estados Miembros para que alcancen sus Objetivos de Desarrollo Sostenible", destaca el organismo.

¿Qué países poseen armas nucleares?

A pesar del compromiso global, las armas nucleares continúan existiendo. Según datos de Statista, en 2024 había 12.121 cabezas nucleares distribuidas entre solo nueve países. Rusia lidera el ranking con 4.580 ojivas, seguida por Estados Unidos con 4.044. Más atrás están China (500), Francia (290), Reino Unido (225), India (172), Pakistán (170), Israel (90) y Corea del Norte (50).

De ellos, solo cinco forman parte del TNP como Estados poseedores legales de armas nucleares. Los otros cuatro -India, Pakistán, Israel y Corea del Norte- no han suscrito el tratado o lo han abandonado.

Un equilibrio delicado pero sólido

La existencia de armas nucleares fuera del marco del TNP resalta tanto las limitaciones del tratado como su importancia. En un mundo caracterizado por tensiones crecientes, esta alianza silenciosa continúa siendo el principal freno ante el abismo.

Gracias a este sistema de verificación y cooperación, que el propio OIEA describe como "la piedra angular de los esfuerzos mundiales para prevenir la propagación de las armas nucleares", el mundo ha logrado evitar hasta ahora un conflicto nuclear.