El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, señaló que las primeras cuatro líneas del Cablebús serán administradas directamente por el Gobierno estatal. Sin embargo, mantendrán la figura de “concesión” como recurso legal en caso de que el presupuesto no alcance para terminar el proyecto durante su gestión.
Luis García Parra, coordinador de gabinete, explicó que antes de avanzar con la obra fue necesario incorporar este sistema de transporte a la Ley de Movilidad. Esto se debió a que la normativa estatal no contemplaba una categoría específica para este servicio.
García Parra añadió que, aunque la ley ya permite concesionar el servicio, esto no se aplicará por ahora, ya que el proyecto se encuentra en la etapa de licitación tanto para su construcción como para su arranque operativo.
¿Qué se sabe sobre el Cablebús de Puebla?
El funcionario resumió tres aspectos centrales del plan:
- Tras emitirse el fallo de la licitación, la infraestructura deberá quedar lista en un periodo máximo de 24 meses, lo que proyecta su conclusión para 2027.
- El pago total se cubrirá dentro del sexenio actual, con límite en diciembre de 2030.
- La operación quedará en manos del Gobierno estatal, a través de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT).
¿Cuál es la ruta completa del Cablebús?
Las autoridades señalaron que el diseño inicial del Cablebús incluye cuatro líneas que unirán la zona de los estadios en la colonia Maravillas con Angelópolis. Además, existe la intención de sumar otras cuatro rutas para completar un sistema metropolitano de ocho líneas.
“El esquema de concesión se mantiene porque, si el presupuesto lo permite, construiremos las cuatro líneas adicionales; si no, queda abierta la opción de concesionarlas”, apuntó.
¿Qué es el Cablebús de Puebla?
En este caso, la meta es desarrollar un sistema moderno, accesible y sustentable, tomando como referencia la Línea 3 del Cablebús de la Ciudad de México, que llega a Chapultepec.
También adelantó que este proyecto se integrará a un nuevo modelo de movilidad para Puebla que contempla alternativas como bicicletas públicas, con la intención de dejar una infraestructura vial eficiente y ambientalmente responsable para el Estado.